Roedor en el puré de tomates en La Plata: salió el informe del laboratorio

Tras recibir el juez Alfredo Aníbal Villata el informe del "Instituto Biológico Tomás Perón", en el que afirma que la caja de puré de tomate marca Molto, que fue abierta para ensalsar tres pizzas, no era "apta para el consumo humano", tenía "apariencia putrefacta" y contenía "estructuras compatibles con pelos de origen desconocido", el magistrado lo envió a la fiscal Maribel Furnus para que se expida, dado que podría "encontrarse comprometido el interés público".

El hecho que tomó estado público desde hace una semana "pone en tela de juicio la seguridad fitosanitaria, la seguridad industrial, los controles en toda la logística y puntos de venta por parte de la industria alimenticia que tiene el deber de preservar la salud pública como prioridad en la política de defensa de marcas, que son, precisamente ampliamente publicitadas para generar esa confianza", afirmó el abogado de la víctima Carolina Díaz, Marcelo Szelagowski.

En la resolución judicial se lee: "Téngase presente el informe realizado por el Instituto Biológico Tomás Perón y atento al resultado del mismo, pudiendo encontrarse comprometido el interés público pasen los autos en vista al Ministerio Público Fiscal, a fin de que dictamine a su respecto y eventualmente proponga las medidas tendientes a su resguardo. Con su resultado me expediré en relación al curso de las presentes actuaciones."

Entre las medidas procesales indicadas, el juez Villata Villata, dispuso el retiro del mercado del lote L4020905:31 de cajas de tomate “Molto”.

En tanto la Dirección de Industrias y Productos Alimenticios dependiente del Ministerio de Desarrollo Agrario bonaerense solicitó la intervención de la provincia de Mendoza para que disponga una inspección de la planta de elaboración de Molto dado que el producto procede de esa provincia. Sin embargo aún no hay novedades sobre si se realizó la misma o sobre los resultados de esa inspección.

El hecho ocurrió, según la denuncia, el martes 5 de enero cuando una familia hizo pizzas caseras, que al ponerle la salsa del mismo tetrabrick abierto esa noche a la tercera pizza (tras haber ya comido la primera) salió un líquido espeso maloliente, y que al abrir el envase encontraron una masa informe que se asimilaba a un roedor aplastado.