Fatiga crónica, debilidad muscular y mialgias, trastornos que tardan en irse

Edición Impresa

El problema más común que registraron los pacientes con COVID persistente que formaron parte del estudio fue el agotamiento continuo o la debilidad muscular.

Este trastorno fue experimentado por el 63 por ciento de los evaluados, mientras que aproximadamente una cuarta parte informaron tener dificultades para dormir y el 23 por ciento dijo que experimentaron ansiedad o depresión.

También aparecieron indicios en el estudio de un impacto en la salud renal de algunos pacientes.

Así, los investigadores también encontraron que algunas personas que tenían una función renal normal cuando fueron hospitalizadas mostraron indicios de una función renal disminuida meses después.

Otro dato relevante tiene que ver con el género: la mayoría de los síntomas en el informe de Wuhan fueron un poco más comunes entre las mujeres, y el 81 por ciento de ellas informaron al menos un problema de salud, en comparación con el 73 por ciento de los hombres.

En este sentido, un estudio español difundido previamente indicaba que el perfil predominante entre quienes padecen coronavirus persistente es una mujer de 43 años con más de seis meses de síntomas.

Los informes existentes sobre otras enfermedades respiratorias, como el brote de SARS de 2003, otro tipo de coronavirus, sugieren que algunos sobrevivientes de COVID pueden experimentar secuelas durante meses o tal vez hasta durante años.

Los estudios sobre la epidemia de SARS revelaron que la mayoría de los pacientes que tuvieron esa enfermedad se recuperaron físicamente, aunque muchos con niveles preocupantes de depresión, ansiedad y síntomas postraumáticos un año después.

El estudio difundido por The Lancet fue acompañado por un informe de investigadores italianos, quienes escribieron que el 38 por ciento de los sobrevivientes del SARS habían disminuido el flujo de oxígeno de sus pulmones 15 años después.

También postularon que “la evidencia de brotes anteriores de coronavirus sugiere que algún grado de daño pulmonar podría persistir”.

Los síntomas persistentes aparecen tanto en pacientes que fueron hospitalizados -observados en este estudio- como en otros que superaron la enfermedad sin requerir internación.

En este sentido, un creciente cuerpo de evidencia muestra que las personas que nunca fueron hospitalizadas pueden tener síntomas residuales. Las clínicas post COVID que están surgiendo en Estados Unidos reciben a muchos de estos pacientes.

Según una encuesta reciente realizada por un equipo de investigación que involucró a 3.762 participantes, en su mayoría mujeres, de 56 países, la mayoría de los cuales no habían sido hospitalizados,casi dos tercios informaron haber experimentado síntomas durante al menos seis meses.

Los más comúnmente reportados fueron la fatiga, al tiempo que afirmaron que sus síntomas empeoraron después de un esfuerzo físico o mental

La mayoría de las personas con síntomas dijeron haber experimentado una “disfunción cognitiva” que implicaba confusión mental o dificultad para pensar o concentrarse.

Los pacientes de Wuhan fueron hospitalizados en la primera mitad de 2020, la mayoría no fueron tratados con algunas terapias reconocidas más recientemente como remdesivir o dexametasona, por lo que no está claro si esos tratamientos podrían incidir en la persistencia de síntomas.

Los pacientes afectados muestran un deterioro de la función física o cognitiva o ambas

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE