El Papa tuvo otro ataque de ciática y cancela actividades

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CIUDAD DEL VATICANO

El papa Francisco tuvo que cancelar de nuevo presentaciones públicas debido a dolores neuropáticos. Por eso no participará en tres eventos programados para los próximos días “debido a una recurrencia de ciática”, dijo el portavoz del Vaticano Matteo Bruni en una declaración.

El pontífice de 84 años no oficiará misa hoy en la Basílica del Vaticano ni realizará un servicio nocturno de oraciones en la Basílica de San Pablo para cerrar la semana. Tampoco presidirá una reunión con el cuerpo diplomático en la Santa Sede que se iba a realizar mañana y será reprogramada, dijo el Vaticano.

Los dolores neuropáticos también obligaron al Papa a perderse las ceremonias de Año Nuevo en la Basílica de San Pedro.

La agudización de la ciática de Francisco crea interrogantes sobre su planeado viaje del 3 al 8 de marzo a Irak, una visita que ya había sido cuestionada debido a la pandemia.

Los viajes papales son arduos en cualquier circunstancia, con numerosos eventos diarios, misas largas, filas de recepción y múltiples travesías en coche y avión.

Francisco ha hablado públicamente sobre su ciática, un tipo de dolor en la parte baja de la espalda causado por compresión o irritación del nervio ciático que se extiende desde la columna vertebral hasta los muslos.

La distribución de vacunas

Antes de conocerse este nuevo ataque de ciática que padece, Francisco renovó su advertencia sobre el impacto que la mercantilización de la salud y la desigualdad global pueden tener en la cura del coronavirus, al señalar que “las diferencias sociales y económicas a nivel planetario corren el riesgo de marcar el orden de la distribución de las vacunas” contra el COVID-19.

El Papa alertó que la batalla contra la pandemia que azota al mundo y lo que podría convertirse en la campaña de inmunización más grande en la historia de la humanidad puede quedar determinada “con los pobres siempre como los últimos y el derecho a la salud para todos, afirmado como un principio, vaciado de su valor real”.

El Sumo Pontífice interrogó: “¿Quién nos hablará de la espera de curación en los pueblos más pobres de Asia, de América Latina y de África?”.

Y recordó que los estragos económicos de la pandemia llegaron también a los países “más afortunados”, donde el drama de las familias que han caído en la pobreza, sin embargo, queda “en gran parte escondido” de la cobertura de los medios de comunicación.

Jorge Bergoglio, de 84 años y considerado “grupo de riesgo” ante el coronavirus debido a su edad, recibió el 13 de este mes la vacuna producida por Pfizer-BioNTech, como parte de la campaña de inmunización que implementó el Vaticano para sus ciudadanos y en las que priorizó a unos 25 indigentes que viven en las inmediaciones de la Plaza San Pedro. (AP y Telam)

 

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