La punta del iceberg de otras problemáticas

Edición Impresa

“Poner sobre el tapete la problemática de un abuso o uso adictivo de los videojuegos, y poder elaborar programas de prevención, tratamiento y estadísticas, es bienvenido –señala Germán Beneditto, psicólogo especialista en tecnoadicciones- sin embargo, hay que tener cuidado con las equiparaciones con otros objetos de usos adictivos, y la posibilidad de obtener falsos positivos, estigmatizando el uso de los videojuegos, que pueden ser muy buenos y ventajosos si son utilizados adecuadamente. Pero además, la adicción a los videojuegos puede ser el síntoma de otro trastorno, asociado a la depresión, la ansiedad, e incluso una fobia, entre otras. Esta posibilidad no es menor, ya que hoy en día las dos primeras, junto con el estrés, son los grandes males de la sociedad actual, con cifras alarmantes y en crecimiento”.

La adicción a los videojuegos puede estar asociada a la depresión, según indican especialistas

“Las adicciones a los videojuegos –destaca el especialista- pueden darse cuando el videojuego se transforma luego de un tiempo considerable, en el continente depositario de los deseos y frustraciones del sujeto, en tanto escape de una conflictiva interna y/o externa. Teniendo en cuenta la vivencia actual del sujeto, su historia pasada, su tipo de personalidad base y principalmente su nivel de plasticidad, quedará enganchado en mayor o menor medida, y de forma lúdica o adictiva, según el caso. Pero queda mucho camino por recorrer para poder determinar con mayores certezas las características particulares y singulares de un trastorno por videojuegos, sin estigmatizarlos ni hacerlos el chivo expiatorio de problemáticas emergentes de nuestra sociedad actual, relacionadas al consumo y al entorno social y familiar, resultando muchas veces en una consecuencia o una alerta, más que en la causa”.

Por su parte, para Pablo Inguimbert, también psicoanalista y especialista en trastornos adictivos, “la etiqueta de la adicción a los videojuegos puede representar en realidad la punta del iceberg de otro problema, como por ejemplo un trastorno de ansiedad o depresivo, ya que en los casos de adicciones es preciso hacer un trabajo fino para conocer el vínculo del sujeto con el objeto. Esto puede significar que el videojuego no sea el objeto cultural problemático en sí mismo, sino el vehículo que la persona usa y que invisibiliza otra problemática. En este sentido sería más acertado hablar de adicción a la tecnología, sobre la cual tampoco hay un tratamiento estándar, dado que cada caso es particular”.

 

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE