Carlos Alberto Ramírez Abella

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El fallecimiento del doctor Carlos Alberto Ramírez Abella provocó profundo pesar en distintos ámbitos: profesionales, políticos y sociales. Fue un abogado referente de la Ciudad, comprometido con los derechos humanos, solidario y muy respetado por su proceder en el ámbito profesional y educativo.

Había nacido en La Plata el 10 de junio de 1925. Hijo de Ignacio Ramírez Abella y Josefa Rodríguez Meis, tuvo tres hermanos y una historia familiar que lo marcó para siempre en diferentes ámbitos: sus abuelos, uruguayos, fueron el escribano Antonino Ramírez y María Abella de Ramírez , feminista de vanguardia en los primeros años del siglo XX. Participaron en la ceremonia de fundación de la Ciudad de La Plata.

Hizo los estudios primarios en la Escuela Anexa y la secundaria la cursó en el Colegio Nacional, ambos de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), donde luego estudió en la facultad de Derecho.

Fue docente en escuelas nocturnas y en la UNLP. Ocupó el cargo de subsecretario de Educación provincial durante el gobierno de Oscar Alende y la presidencia de Arturo Frondizi. A su vez tuvo una extensa y enriquecedora trayectoria profesional como abogado independiente.

Su vida institucional la desarrolló en el Colegio de Abogados de La Plata (CALP), donde fue vicepresidente en tiempos durísimos para la historia del país: 1976 a 1980. Cabeza de una familia azotada por la dictadura militar, sufrió la detención y desaparición de una hija y dos sobrinas con sus respectivos esposos. Logró rescatar a un nieto, ayudó a orientar la política de derechos humanos del CALP, donde fue uno de los fundadores del Movimiento Innovador. También fue uno de los creadores de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Plata, y tuvo un fuerte vínculo con las referentes de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.

Fue un gran maestro de vida para los abogados jóvenes. Para sus colegas fue un ejemplo de ecuanimidad, coherencia, perseverancia y valentía. Recibió el título de Ciudadano Destacado de la Ciudad.

Desde los años 80, cuando recibió la ciudadanía uruguaya, votó en todas las elecciones de ese país, donde apoyó al Frente Amplio.

Se casó con María Haydée Pérez Martín, con quien tuvo tres hijos: María Nélida (Manely, detenida desaparecida), Ramiro y Cecilia. La familia se amplió con la llegada de seis nietos y cinco bisnietos, quienes siguen su legado de solidaridad.

Fanático de Estudiantes, transmitió esa pasión a su familia.

 

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