Ecuador en llamas: paro nacional contra el Gobierno

Con incidentes y cortes de rutas en varias provincias, los manifestantes rechazaron la política económica y la suba del precio del combustible que dispuso el presidente Lasso

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QUITO

Con bloqueos temporales de rutas en varias provincias y algunos incidentes se cumplió ayer un paro nacional en contra de la política económica y la suba del precio del combustible dispuesta por el presidente ecuatoriano Guillermo Lasso, en el poder desde mayo.

Los reportes de incidentes aislados se produjeron en las provincias de Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Guayas, Pastaza, Los Ríos y Azuay, donde la ruta Panamericana fue interrumpida con troncos y otros objetos. Además, manifestantes y policías se enfrentaron cerca de la sede presidencial de Ecuador, en Quito, en el marco de una protesta liderada por indígenas contra las medidas económicas del gobierno.

Decenas de personas que participaban en la marcha atacaron con piedras a los uniformados, que respondieron con bombas de gas lacrimógeno. Los incidentes estallaron a pocas cuadras del Palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, fuertemente resguardado por policías y militares.

El ministro de Defensa, Luis Hernández, aseguró que “aquellos que infrinjan la ley serán llevados a la justicia, y los que quieran dialogar, el gobierno, el presidente, tienen los brazos abiertos”.

Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, una de las organizaciones que convocó a la protestas, dijo que “estamos para reclamar derechos, no somos enemigos internos para que nos declare la guerra, escuche, Presidente, todos estamos viviendo esta pobreza, incluida las arcas fiscales”.

“No podemos sacar dinero de la gente más pobre, sino congelar (el precio de los combustibles) a los precios planteados e ir a una discusión más integral sobre la política de focalización. Los sectores pudientes deberían ser quienes paguen combustibles sin subsidios y no salir a insultar a los manifestantes”, añadió.

Uno de los temas que más ha irritado a los indígenas, sindicalistas y otros grupos sociales es la suba mensual del precio de los combustibles, uno de los cuales, la nafta súper, ha pasado en poco más de un año desde 1,48 dólares por galón (3,78 litros) a 2,55 dólares.

Otro de los elementos que mantienen bajo tensión a los sindicalistas es una reforma laboral que promueve el mandatario y que entre otros elementos propone la flexibilización de las relaciones laborales con contratación a tiempo parcial o con contratos temporales, para generar empleo a siete de cada 10 ecuatorianos que no tienen trabajo estable.

Los sindicalistas rechazan la iniciativa alegando que es una precarización de la actividad laboral.

El jefe del comando conjunto de las fuerzas armadas, general Jorge Cabrera, señaló que ante futuras movilizaciones “actuaremos con firmeza dentro del marco de la ley, dentro del respeto a los derechos humanos, pero con firmeza porque los ecuatorianos quieren trabajar”.

DETENIDOS

El vocero del gobierno, Carlos Jijón, informó que había al menos 18 detenidos en todo el país por intentar cerrar rutas.

Añadió que “estamos saliendo de una pandemia y una crisis económica durante la que no se pudo trabajar, las personas necesitan desesperadamente recuperarse”.

El presidente Lasso publicó en Twitter que “la paralización representa pérdidas económicas para los pequeños negocios, que son el sustento de miles de familias y hogares ecuatorianos”.

En 2019 una protesta indígena en contra de la suba de los combustibles, que puso al país al filo del rompimiento democrático del gobierno del entonces presidente Lenín Moreno, terminó después de casi dos semanas de violentas acciones en todo el país con saqueos, ataques a la Asamblea y el incendio del edificio de la Contraloría, entre otros. Tras las protestas Moreno dio marcha atrás con la medida. (AP)

 

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