Peligro, motochorros al acecho: denuncian ataques en las calles de la Ciudad

El objetivo preferido son las mujeres. También roban motos, que luego utilizan para cometer nuevos hechos. Barrio Hipódromo, Los Hornos y Villa Elvira son los sectores más afectados por la modalidad en el último tiempo

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La mecánica suele ser siempre la misma: dos hombres en moto se acercan a la víctima, el acompañante se baja y comete el asalto para luego volver al rodado y huir a toda velocidad de la escena. La mayor parte de las veces el que acomete está armado. En otros casos el ataque es tipo “piraña”, con varias motos y el doble de protagonistas, que rodean a la “presa” y la despojan de sus pertenencias.

Usan, por lo general, vehículos robados previamente. Quienes más sufren esta forma de atraco son las mujeres o las personas de mayor edad, a quienes no dudan en tirar al piso o arrastrarlas por la calle durante el acto.

En La Plata, desde hace meses que se convirtieron en un problema particular dentro de uno todavía mayor, que es la inseguridad sin control. Los robos se volvieron una realidad imparable, y aquellos cometidos sobre dos ruedas una de las formas más utilizadas por los delincuentes.

En ese ecosistema delictivo, los sectores más afectados según los registros de este diario son Los Hornos (el oeste), Villa Elvira (el sur) y Barrio Hipódromo (norte del casco urbano).

Precisamente, de esos tres lugares son los cuatro episodios más recientes.

El primero tuvo lugar el lunes a las 20.30 horas, frente a la puerta de la casa de Andrea, situada en 118 bis entre 84 y 85. Según contó la mujer, volvía de “hacer unos mandados” y estaba por ingresar al inmueble cuando fue sorprendida por el escape de una moto. “Eran dos lacras, el conductor con casco azul y el acompañante encapuchado”, contó, e iban en un rodado de color rojo, de 110 cc.

“Me amenazo que me iba a disparar sino le daba el celular y la billetera, por supuesto se llevaron todo”, lamentó. Y reflejó: “Es el segundo robo que sufro en dos meses, el primero 1 118 bis y 83. Ya ni mandados podemos hacer, una vergüenza; el barrio está terrible y algo hay que hacer ya que la Policía no hace nada”.

En La Plata, desde hace meses, los motochorros se convirtieron en un problema particular

Un día después, a las 16.20 en 116 80 bis y 81, ocurrió un hecho similar. Una vecina en su bicicleta de paseo se detuvo para entrar en su casa. Los malvivientes frenaron a unos 20 metros, y el que viajaba atrás descendió y a la carrera se abalanzó sobre la mujer, que estaba por abrir la puerta de su domicilio. Agarró la cartera y empezó a tirar, pero se topó con la resistencia de la víctima. La arrastró hasta la calle y la golpeó, hasta que finalmente se hizo con sus pertenencias.

En 44 y 161, cuatro delincuentes asaltaron a mano armada a un vecino que volvía del trabajo

El mismo martes, pero pasada la medianoche, fue el turno de un frentista de Los Hornos a quien asaltaron cuando regresaba de trabajar. Según refirió Natalia, su mujer, los motochorros lo interceptaron en 44 y 161. Eran cuatro y estaban armados. El damnificado alcanzó a sacarle la llave antes de que se la arrebataran, por eso tuvieron que llevarse a tiro. “Es una Yamaha FZ 160 que esperamos recuperar porque no tenemos otra movilidad”, señaló.

En esa misma esquina, pero 15 días antes, una mujer pasó por lo mismo.

La Zona Oeste cuenta con algunos episodios extremadamente violentos, como el que tuvo lugar el 6 de septiembre último frente al colegio Madre de la Divina Gracia que funciona en 171 entre 522 y 523. Allí, dos ladrones en moto atacaron al vicerrector y lo arrastraron por la cinta asfáltica. Una semana más tarde, en el barrio Futuro, frentistas redujeron a un malviviente a golpes y lo retuvieron hasta la llegada de la Policía. Lo interceptaron en 165 y 531 y lo “molieron a golpes”.

Por último, el miércoles al mediodía una psiquiatra de 63 años bajaba unos elementos de trabajo en 36 entre 1 y 115 cuando se vio cercada por un joven que le manoteó la cartera. La sorpresa de la víctima duró un instante, y entonces comenzó a forcejear con el malviviente.

Éste, por su parte, no se dio por vencido y tiró con más fuerza. La mujer cayó sobre la vereda, pero no soltó su bolso. La arrastraron algunos metros hasta que no pudo más y debió soltar la correa.

Sin poder hacer más nada, observó desde el suelo cómo su asaltante huía hacia una motocicleta negra de 110 cc donde lo esperaba un cómplice. Escaparon con 8500 pesos y los lentes de lectura La médica debió ser asistida por vecinos del barrio.

 

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