Después de un inicio seductor, sufrió mucho hasta empatar

Estudiantes jugó mejor que contra Platense. En el primer tiempo se mostró intenso y peligroso. Luego se cansó y terminó valorando el punto

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Por MARTÍN MENDINUETA

@firmamendinueta

No merecía perder. La grata impresión que había dejado en el primer tiempo (especialmente en los veinte minutos iniciales), con un juego de presión alta e intensidad que descolocó a Racing, y a pesar del notorio bajón del complemento, la noche de Avellaneda terminó dándole a Estudiantes un punto que va a valorar más si consigue regresar a la Copa Libertadores de América.

Si bien sumó lo mismo que frente a Platense, Estudiantes se mostró mejorado en un escenario históricamente exigente. Uniendo su muy buena primera etapa y todo lo que sufrió el repunte de la Academia, el saldo final le deja al Pincha un sabor más agradable que aquella pálida igualdad ante el “Calamar”.

Se alejó un poco más de la punta, pero se acercó a una versión más seductora y con firme carácter que le estaba reclamando su propia coyuntura.

Sin ganar, y a pesar de haber sufrido bastante en el complemento, el León del Ruso se hizo respetar en una cancha donde la hinchada local también tuvo protagonismo.

INTENSO Y AMBICIOSO, MOSTRÓ UNA ACTITUD RECUPERADA Y SALUDABLE

Estudiantes se plantó con firme decisión de complicar la noche de la Academia. Y, realmente, lo consiguió. Con la presión alta como su principal virtud, el León del Ruso le hizo saber al dueño de casa que estaba dispuesto a borrar la floja imagen que había dejado en el empate de la fecha anterior.

Con Castro por derecha, Del Prete por el centro y Matías Pellegrini (atacó con decisión cada vez que pudo) por la izquierda, los albirrojos tuvieron veinte minutos iniciales de altísimo desgaste físico.

Racing tardó en aclimatarse a la incomodidad que le generaba el huésped y en ese lapso nunca pudo arrinconar al Pincha. El remate de Pasquini que desvió de cabeza Del Prete, la pelota que bajó Noguera, impactó Rogel y se fue por arriba del travesaño, y el gran disparo franco al arco de Pellegrini, que rebotó en el palo izquierdo de Arias, hicieron que Estudiantes sintiera que podía ir por todo lo que había en juego.

Racing, que sólo tuvo el tiro de Cáceres en el parante derecho, se fue al descanso sabiendo que había estado incómodo en su casa.

GASTÓ TODA LA ENERGÍA Y NO PUDO SER EL MISMO EN EL COMPLEMENTO

La historia del segundo tiempo fue muy diferente. Al minuto, Estudiantes ya estaba perdiendo y sintió el impacto de la peor manera.

El gol de Aníbal Moreno agrandó a Racing e ilusionó a sus hinchas, que volvieron a cantar con optimismo. Súbitamente, el Pincha experimentó un bajón en todo sentido: Físico y futbolístico. Sintió mucho la salida del Corcho Rodríguez. Perdió orden y eficacia para recuperar.

En pleno momento delicado armó un buen ataque y Godoy llegó sin marca para asegurar el empate. El partido le entregó la oportunidad de darle lo que merecía.

En un equipo donde el pibe Zapiola volvió a mostrar atributos interesantes y Leandro Díaz regresó metido como pedía el partido, los albirrojos dejaron una imagen superadora. Zuqui fue valioso, el Corcho metió como nunca y a Sánchez Miño le sigue faltando una dosis de énfasis.

En un partido donde los méritos fueron cambiando de propietario, Estudiantes se permitió arriesgar más y mejor.

 

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