Todo oficial: Vigna y Castro, amor en blanco

En esta primavera algunos famosos se separan -Dulko y Gago- mientras otros se juntan. Entre estos últimos, están Flor Vigna y Luciano Castro, quienes, tras ser descubiertos a puro chape en un gimnasio vip, decidieron contarle al mundo que sí, que están saliendo y que están ¡muy enamorados!

Luego de que los portales y programas de chimentos se hicieran una panzada con la foto en la que se los veía juntos en la playa de estacionamiento del gimnasio, y después que testigos contaran que no habían medido su pasión entre las máquinas y pesas, había dos salidas: negar -la típica- o blanquear. Y eligieron la segunda.

Fue la bailarina y futura cantante (está por debutar en el universo como solista) la que, en horas de la mañana, envió el mismo mensaje a los periodistas que esperaban su palabra.

La ex participante de “La Academia”, que tras su romance -y convivencia- con Nicolás Occiato no había vuelto a mostrarse en público con pareja, aseguró:

“Con Lu nos conocimos en el gimnasio hace un tiempo. Estuvimos guardándolo para nosotros dos meses y hace poquito decidimos dejarlo ser en público”. Además, no ocultó sus sentimientos hacia el musculoso actor: “Lo quiero mucho y me hace muy bien”.

Él, por su parte, que viene de una separación en buenos términos con Sabrina Rojas -la también actriz con quien tiene dos hijos-, habló en privado con Adrián Pallares y le contó cómo tuvo que volver a empezar con los rituales de enamoramiento.

“Me dijo ‘qué querés que te diga, la verdad es que estamos muy bien’. Está claro que se han puesto de acuerdo los dos para que se supiera en esta fecha, a los dos meses, y me contó esta historia de cómo fue sentirse un pibe tratando de acercarse a una chica, pedirle el teléfono”, dijo el conductor de “Intrusos”.

Ante la atenta mirada de sus compañeros, agregó: “Me dijo ‘la saludé y al principio no me daba ni bolilla, la verdad es que al principio menos diez, ella en la suya haciendo gimnasia”. Pero el tiempo pasó y las cosas empezaron a fluir.

“‘Me cambié de gimnasio por el laburo y después bueno empezamos a escribirnos, estoy muy bien’”, cerró Pallares el relato de su conversación con Castro.

Al parecer, la bailarina y el actor habían sido convocados para protagonizar una serie que se iba a grabar en el verano. Esa fue la excusa con la que empezaron a intercambiar mensajes y que, después, terminó una ¿coincidencia? en el gimnasio, el lugar donde comenzó a brotar la pasión.