Investigan si fue un caso de gatillo fácil la muerte de un juvenil del club Barracas Central
| 18 de Noviembre de 2021 | 09:57

Un menor de 17 años, jugador de inferiores del club de fútbol del ascenso Barracas Central fue baleado en la cabeza y su estado es crítico, en tanto se investiga una denuncia sobre un supuesto caso de gatillo fácil como disparador del hecho.
La víctima es Lucas González, tiene 17 años y juega en la 6ta del Club Barracas Central y según familiares policías de civil habrían disparado contra el auto en el que viajaba el chico junto a tres amigos.
Fuentes policiales aseguraron que todo se inició cerca de las 9.30 de la mañana del miércoles en la calle Luzuriaga, en Barracas, cuando policías de la Comisaría Vecinal 4C irradiaron un alerta por la presencia de varios jóvenes en la zona a bordo de un auto Volkswagen Suran color azul que aparentemente se negaron a ser identificados y huyeron.
Los jóvenes habían salido de la villa 21-24 y la persecución se extendió hasta el cruce de Alvarado y Perdriel, donde se logró detener a tres de los sospechosos tras un tiroteo, uno de ellos herido de bala en la cabeza, mientras que un cuarto ocupante logró escapar a la carrera.
Pero esta versión fue rechazada por los familiares quienes aseguraron que no estaban armados y que fueron atacados sin motivos. Aseguraron que no habían cometido ningún delito y que acababan de salir de un entrenamiento, ya que tres de ellos se habían ido a probar a las divisiones inferiores de Barracas Central.
Cinthia López, la madre de Lucas González dijo a una radio porteña que su hijo recibió dos balazos en la cabeza y se encuentra en un estado crítico.
“Lucas salió de entrenar del Club Barracas con amigos del barrio, de Florencio Varela. Los chicos iban a probarse porque en el club estaban buscando jugadores para la categoría de él. Cuando salieron de entrenar pararon a comprar un jugo en un kiosco, en ese trayecto para volver a sus casas aparentemente frenó un auto con cuatro policías arriba, que no sabían que eran policías porque estaban de civil. Ellos pensaron que los iban a asaltar por eso aceleraron y en ese trayecto que aceleran le dispararon a mi hijo”.
“Lucas está mal, el daño fue irreversible. Los médicos ya no pueden hacer más nada, está en manos de Dios, mi hijo lo único que lo puede salvar es un milagro”, relató entre lágrimas y determinó: “Esto fue un caso de gatillo fácil”.
Y sumaron: “La policía dice que mi hijo (que iba de acompañante) mostró un arma, y lo único que puede mostrar es su botinero, una canillera, un pantaloncito. Mi hijo quedó baleado en el auto, y estos chicos fueron a pedir auxilio a una policía y ella redujo a los chicos para detenerlos”.
“La policía es sucia, quieren implicar a mi hijo con algo que no hizo, él no fue a robar fue a entrenar. Esta gente que le disparó a mi hijo no está capacitada para estar armada. Le dieron dos tiros en la cabeza, le tiraron a matar. No voy a parar hasta que se haga justicia”, concluyeron los familiares del menor baleado.
El único herido en el auto fue Lucas, quien se encuentra internado en el Hospital El Cruce de Florencio Varela. El resto de los chicos fueron demorados por el juez a cargo por averiguación de ilícito.
El juez ordenó el secuestro de las armas reglamentarias de los policías que participaron en el hecho y que se les practiquen estudios de dermotest para determinar cuál de ellos efectuó disparos.
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