Un histórico de la Ciudad

La institución marista es una de las centenarias que brindan educación en la Ciudad. Las raíces francesas que hicieron posible su fundación, allá por los primeros años del siglo XX

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El colegio Marista San Luis es una institución centenaria de la ciudad de La Plata que pertenece a la Congregación de Hermanos Maristas, fundada en Francia por Marcelino Champagnat hace más de 200 años.

Dice la historia que en septiembre de 1903 llegan los primeros hermanos a la Argentina. Quince años después ellos responden a un pedido de Monseñor Rasore para llevar su acción educadora al colegio San Luis Rey de Francia fundado por éste en la calle 46.

En marzo de 1918 se hacen cargo de la dirección del colegio y luego comienzan la construcción del actual edificio en la calle 44. Sus primeros representantes, siete hermanos oriundos de Saint-Paul - Francia -, vinieron a la Argentina en 1903 a bordo del buque María Cristina.

Cuatro años después, llegaron a La Plata, para hacerse cargo de la Escuela de Artes y Oficios San Vicente de Paul; la impronta espiritual y pedagógica, se recordó, estuvo ligada con “los valores de la Revolución Francesa, de donde provienen los maristas: igualdad, fraternidad y libertad son fundamentales para establecer las relaciones interpersonales y humanizar la escuela”.

EL PÁRROCO FUNDADOR

Federico Rasore, primer párroco de la Iglesia San Ponciano, fue quien en 1913 fundó el colegio que tuvo su primera sede en 46 entre 7 y 8.

Bautizado San Luis, pasó a formar parte en 1918 de la rama educadora marista bajo la conducción del hermano Conrado. Al morir Monseñor Rasore, la cada vez más convocante institución, tomó su nombre; el proceso de expansión no se frenó, y motivó la adquisición de un predio en la manzana del actual colegio, que una vez más fue denominado San Luis, entre 9, 10, 44 y 45.

EL IDEARIO EDUCATIVO

El ideario de la institución, se apuntó, es encabezado por una premisa básica; la de educar “con una concepción cristiana del hombre, la sociedad y los valores familiares, en un clima de colaboración y apertura, y procurando desarrollar todas las posibilidades del alumno, tanto físicas como intelectuales, afectivas, sociales y espirituales”.

Hoy, a más de 100 años de aquel hito permanece fiel al sueño de Champagnat de formar “buenos cristianos y virtuosos ciudadanos”, con un estilo educativo y un proyecto pedagógico-pastoral que los caracteriza y compromete a todos al testimonio y a la presencia cercana.

El Colegio Marista San Luis cuenta en la actualidad con instalaciones necesarias para la educación integral de sus alumnos y alumnas, que aprovechan los diferentes espacios para actividades escolares, culturales, tecnológicas, pastorales, artísticas, pedagógicas y deportivas.

Todos los espacios están orientados -dicen las actuales autoridades- a favorecer la labor educativa ofreciendo a los estudiantes un entorno acorde para aprender y desarrollarse en los ámbitos del Proyecto Educativo Marista.

Todo un emblema entre los colegios parroquiales / Archivo

 

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