El “hombre-gato” declaró y dijo que lo culpan por su rara forma de vida
Edición Impresa | 3 de Noviembre de 2021 | 02:28

El israelí Gilad Pereg, acusado de matar y enterrar a su mamá y a su tía en los fondos de su casa de la localidad mendocina de Guaymallén aseguró ayer que su madre le “habla en la cabeza”, que cree que “está viva” y que “la Fiscalía y la Policía ocultaron los cuerpos” en su terreno para involucrarlo.
“Me culpan porque vivo de forma rara, precaria, de forma no común como la de ustedes”, dijo el acusado ante el jurado popular, que lo juzga por doble homicidio tras la fallida primera audiencia en la que se la pasó “maullando”, en lo que fue su primera declaración judicial desde que fue detenido en 2019.
Tras su declaración, el juicio pasó a un cuarto intermedio hasta hoy a las 8.30, cuando se realizarán los alegatos de clausura y luego el jurado pasará a deliberar para dar a conocer su veredicto.
Vestido con una remera roja y la mirada hacia el suelo, Pereg ingresó minutos antes de las 13 a la sala de audiencias del Polo Judicial de Mendoza, que no pisaba desde el primer día del debate, el 26 de octubre pasado, cuando fue desalojado por maullar sin parar.
A instancias de su defensor, Maximiliano Legrand, el acusado habló de cómo era su vida en Israel antes de radicarse en Guaymallén, Mendoza: “Yo fui al ejército y vi todo lo malo que hacen. Fui al psiquiatra del ejercito para salir de ahí. Me tuvieron internado cuatro días y luego me soltaban, me hacía mal”, dijo.
“Con la ayuda de mi mamá, decidí escapar de Israel. Ella me iba a mandar plata para vivir en otro país. Fui a Chile poco, luego a Buenos Aires y me fui porque había mucho tráfico”, continuó, tras lo cual comenzó a hablar de su madre, Phyria Saroussy (63), hallada asesinada junto a su tía, Lily Pereg (54), el 26 de enero de 2019 en los fondos de la vivienda del acusado.
“Yo veo a mi madre que me habla en la cabeza. Me dice que está secuestrada en un lugar oscuro. Que mi vieja esta muerta es mentira. No vi una foto, no vi nada. No sé donde están. La Policía y la Fiscalía ocultaron los cuerpos en mi terreno. Hicieron un allanamiento y no encontraron nada y justo el sábado encontraron el cuerpo” en referencia a que él ya había sido detenido.
“Ella está viva -enfatizó-, no sé qué encontraron o no. Yo sé que está viva”.
Pereg manifestó que cree que lo “culpan” porque vive “de forma rara, precaria”, “no común”, y al referirse a su madre, expresó: “Es mi vida. Jamás podría vivir sin madre. Yo vivía gracias a ella. Ella me enviaba dinero para poder sobrevivir. No tengo como vivir sin ella”.
Sin emitir sonido de maullido alguno, y con la mirada siempre clavada hacia el suelo, el imputado dijo que le gusta coleccionar armas y que en su casa tenía “37 gatos”, a quienes aludió como “mis hijos”.
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