Ataron con precintos a un hombre y a su madre en una casa de Villa Elisa
Edición Impresa | 31 de Diciembre de 2021 | 03:50

A la hora de la cena y, amparados por una profunda oscuridad a causa de una luminaria que dejó de funcionar hace dos semanas en la esquina de una casa de Villa Elisa, dos delincuentes encapuchados y fuertemente armados asaltaron el miércoles al dueño de esa vivienda y, a su madre jubilada, que estaba de visita.
El hecho se produjo en las calles 418 y 23, donde el propietario de la finca, Miguel Wlasiuk (58), pasadas las 21, hablaba por teléfono con su celular en el parque de la propiedad.
Percatándose de ello, dos ladrones primero intentaron violentar el portón de madera del frente. Pero al no conseguirlo, directamente lo saltaron y se colaron en el jardín.
Allí, en medio de un marcada oscuridad por la luminaria quemada, se encontraron con Wlasiuk, que estaba acercándose al portón de ingreso, alarmado por los ruidos.
“VAMOS PARA ADENTRO”
Ayer a la tarde, cuando este diario fue al lugar, obtuvo el testimonio del hijo del damnificado, Valentín Wlasiuk (21), quien mencionó inicialmente que “esto pasó entre las 21 y las 21.15 (del miércoles) y un rato antes me había ido con el auto a realizar unas compras para luego volver para acá”.
Reveló que, paradójicamente, “cuando llegaron los ladrones, mi papá estaba reclamando a una línea telefónica municipal por la luminaria que se quemó hace dos semanas y que nos dejó una oscuridad terrible”.
Por esa razón, el dueño de casa no pudo establecer que los pasos que escuchaba en dirección hacia él no eran de su hijo, sino de los asaltantes.
“Enseguida le ordenaron a mi papá `vamos para adentro` e ingresaron a la casa, donde le pidieron ir a su dormitorio. Y antes se detuvo en la habitación donde estaba mi abuela, tratando de tranquilizarla. Más que a ella le robaron hace dos semanas en su casa de 80 y 117”, reflejó el muchacho.
“NO NOS HAGAN NADA”
Valentín reveló después que “como mi abuela ya es grande y mi papá es hipertenso y en febrero tuvo un ACV, les pidió a los delincuentes que no les hagan nada”.
La respuesta colmó de miedo a madre e hijo. “Le respondieron que eran `chorros`y que no les importaba de la salud de sus víctimas”, consignó.
Seguidamente, citó que por lo que le comentó su padre, ambos asaltantes “estuvieron acá no más de 5 minutos”. En ese corto lapso, “ataron con precintos a mi papá de pies y manos, mientras que a mi abuela le ataron sólo las manos”.
Y sobre lo sustraído por los intrusos, detalló que “se llevaron 50.000 pesos que había cobrado mi abuela por su jubilación, un televisor, una notebook, un celular, ropa y zapatillas mías y un tensiómetro digital”.
“La noche anterior le robaron el auto a un vecino y luego apareció incendiado. Es tierra de nadie”, concluyó indignado.
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