Cambio climático: advierten que parte de la costa bonaerense puede desaparecer

La Bahía de Samborombón, el Delta, las costas de Quilmes, la ribera de nuestra región y algunas ciudades balnearias quedarían bajo agua en los próximos 80 años si continúa aumentando la temperatura global, advierte una proyección

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Si bien cuando se piensa en las consecuencias del cambio climático suele ponerse el foco en el aumento de eventos meteorológicos extremos como sequías, diluvios y huracanes, otro fenómeno al asociado al calentamiento de la temperatura del planeta podría cambiar nuestras vidas de manera significativa en las próximas décadas: el aumento del nivel del mar. Distintas proyecciones coinciden en señalar que en el mejor de los escenarios éste subirá hacia finales del siglo hasta 60 centímetros, una altura que puede parecer poca cosa pero que dejaría bajo agua amplios sectores de la costa bonaerense, entre ellas la Bahía de Samborombón, el Delta, varias ciudades balnearias y la ribera de nuestra región.

Así lo advierte una proyección de la Universidad de Princeton y el Instituto Postdam basada en modelo que combina datos sobre el aumento de dióxido de carbono en la atmósfera, el derretimiento de hielos polares y el efecto de mareas y tormentas. De acuerdo con esa investigación, publicada en la revista científica “Environmental Research Letters” días atrás, en los próximos 80 años el nivel del mar cubrirá ciudades y áreas costeras donde viven unas 800 millones de personas, una décima parte de la población mundial.

En el caso de la Provincia de Buenos Aires, la proyección muestra que las zonas más vulnerables son las del Delta del Paraná, las áreas costeras de Zárate, Campana, Ciudad de Buenos Aires, Quilmes, Berazategui, Berisso, Ensenada, Magdalena y la Bahía Samborombón, así como también de las localidades de Partido de la Costa, Villa Gesell, Pinamar y Mar del Plata

El estudio de Princeton no es ciertamente el único en proyectar un escenario catastrófico a mediano plazo. Uno de los últimos reportes sobre el tema elaborado por los expertos del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), indica que el nivel del mar, que durante todo el siglo XX aumentó unos 15 centímetros, podría elevarse a lo largo de este siglo hasta dos o tres veces más.

Como proyectó el organismo de Naciones Unidas que reúne a científicos de todo el mundo, para el año 2100 el nivel del mar aumentará entre 30 y 60 cm si las emisiones de gases se reducen drásticamente (algo que por el momento no está ocurriendo), y entre 60 y 110 centímetros si los países centrales no llegan a un acuerdo para ponerle freno y continúan emitiendo como lo hacen hasta hoy.

EFECTO COMBINADO

Lo cierto es en el caso de la costa bonaerense, el progresivo aumento del nivel menor no es el único factor que podría hacer que parte de la zona costera quede en futuro cercano bajo el agua. Como señalan algunos científicos, una de las amenazas más grandes –en particular para la ribera de nuestra región- es la combinación de ese fenómeno con el aumento de tormentas extremas y sudestadas.

“Si aumentan las sudestadas va a haber problemas en el frente del Delta y en la planicie que se inunda habitualmente Berisso, Ensenada, Quilmes y Berazategui. Y si esto fuera más frecuente, como indican los modelos, va a pasar más seguido”, señaló el doctor en Ciencias Naturales Federico Isla, director del Instituto de Geología de Costas de la Universidad Nacional de Mar del Plata e investigador del CONICET.

En efecto, como se viene observando en los últimos años, el impacto de las sudestadas (el tipo de tormentas que se produce en el Río de La Plata cuando el viento sopla con cierta intensidad desde el sudeste provocando un reflujo que eleva el nivel del agua) es cada vez mayor. Mientras que en la década del 60 se registraba una media de 2,5 de ellas por año, a comienzos de este siglo ya eran 8,5 por año y hoy llegan a ser cerca de diez.

Este fenómeno, sumado a la escasa pendiente y al aumento del nivel del mar, conduciría a que algunas áreas costeras queden condenadas a sufrir “encharcamientos permanentes o repetición”, señaló el doctor Jorge Codignotto, geomorfólogo de costas e investigador del CONICET. A su entender, uno de los puntos críticos que podrían quedar destinados a sufrirlos, por la insuficiencia de drenaje hacia el Río de la Plata de la cuenca Matanza-Riachuelo, es el municipio de La Matanza, que con 2,2 millones de habitantes es el más habitado del país.

También la costa sur de la Bahía de Samborombón podría sufrir a corto plazo la pérdida de una porción significativa de su territorio debido a la pendiente poco profunda de algunas de sus áreas costeras y a las estructuras blandas de los sedimentos costeros, opinó el investigador señalando un escenario que resulta especialmente para los lugares que donde desde hace años se viene registrando ya erosión costera.

Al aumento del nivel del mar se le suma la amenaza de tormentas extremas más frecuentes

El estudio de Princeton no es el único en proyectar un escenario catastrófico

 

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