Otra condena al rapero español, que hizo canción la bronca anti-realeza

BARCELONA

La justicia española informó ayer de una nueva condena de prisión por amenazar a un testigo contra el rapero Pablo Hasél (32), cuyo reciente arresto por unos tuits críticos de la monarquía y de la policía está causando una ola de protestas en el país que anoche se repitió por tercera jornada consecutiva, con disturbios, destrozos y detenidos.

En medio de esta polémica, que divide la coalición de izquierdas del jefe de gobierno Pedro Sánchez, la Audiencia de Lérida (Cataluña), su ciudad natal, confirmó una condena a dos años y medio de prisión contra el artista por amenazar a un testigo de un juicio contra dos policías municipales.

La sentencia emitida el 12 de febrero pero difundida ayer ratifica la pena impuesta por un juzgado de primera instancia, que el condenado apeló. El fallo puede ser apelado ante el Tribunal Supremo.

Según los hechos probados, el rapero publicó en octubre de 2017 un tuit con la foto del testigo de un juicio contra dos policías municipales, asegurando que estos lo habían comprado y por ello habían sido absueltos.

Dos días después, Hasél, cuyo nombre real es Pablo Rivadulla Duró, increpó al testigo en un bar, intentó propinarle una patada y le gritó “Te mataré hijo de puta, ya te cogeré”.

La sentencia se suma al largo historial judicial del rapero, que el martes fue detenido para cumplir una pena de nueve meses por enaltecimiento del terrorismo a raíz de una serie de tuits contra la policía y la monarquía. Su arresto generó serios incidentes el martes en Barcelona, Lérida y otras ciudades de Cataluña, que el miércoles y ayer se repitieron y extendieron a Madrid y otras partes de España.

Más de 70 personas fueron detenidas y varias decenas resultaron heridas, entre ellas una joven que perdió un ojo en Barcelona.

La controversia expuso las diferencias entre el partido socialista de Sánchez y su socio de coalición Podemos (izquierda radical), que fustigó el arresto y aplaude las manifestaciones.

Convertido para algunos en símbolo de la libertad de expresión, Hasél ya había sido condenado por enaltecimiento del terrorismo en sus canciones, cuyas letras piden “disparos en la nuca” o atentados bomba contra políticos, y también por agresión a un periodista. (AFP)