Otro round entre el Gobierno y el campo por un posible aumento de retenciones
Edición Impresa | 5 de Febrero de 2021 | 01:59

El Gobierno volvió a referirse a uno de los temas que más inquieta al sector agropecuario en el país: las retenciones en las exportaciones. La vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca Bocco, aseguró temprano que “no se descarta una suba de retenciones” a las exportaciones de materias primas para frenar la suba en los precios de los alimentos.
Si bien expresó que el Gobierno apuesta “al diálogo” con los productores, las declaraciones tuvieron eco muy rápido en el sector agrario desde donde ya se habla de “alarma y preocupación”.
La funcionaria aclaró, no obstante, que por ahora no hay decisión tomada. A poco de asumir, el Gobierno subió las retenciones del grano de soja al 33 por ciento, que estaban en el 24,7 por ciento, y al trigo y el maíz del 6,7 por ciento al 12 por ciento.
Luego explicó que “las retenciones son una herramienta técnica que permite desacoplar el precio nacional del internacional, para garantizar una oferta de alimentos a un precio razonable para los ingresos de las familias”.
Consideró que “la solución no puede ser que los precios de los alimentos se disparen por la suba del precio internacional y que todos nos quedemos mirando”.
ALARMA Y PREOCUPACIÓN
“Trascendidos como este generan alarma y preocupación”, dijo Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro. “Pedimos que se llame a los distintos sectores de la producción, al sector cooperativo, en donde está toda la cadena, para que entre todos demos una opinión y busquemos la manera de resolver el tema de los precios en la Argentina”, señaló.
Por su parte, el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Horacio Salaverri, remarcó que es necesario que se enfoque en lo que es la cadena en su totalidad: “La producción primaria, cuando llega a góndola, sufre, en promedio, un incremento del 368 por ciento. Pensar que con más retenciones que rebajen solamente al valor primario se puede llegar a controlar el incremento en los precios finales, es un error conceptual muy grave”.
“El Estado no trae soluciones. En lo que hace a la cuestión tributaria, es parte del problema. La vicejefa debería saber que la parte primaria en el precio de un producto no supera el 20 o 25%. En cambio, la carga impositiva es muchas veces más del 30%”, apuntó Salaverri. Y agregó: “Se utiliza la excusa de los precios cuando lo que a mí entender se busca es una mayor recaudación”.
Luego de un paro del agro en enero pasado, el Gobierno dio marcha atrás con la medida de suspender las exportaciones de maíz y abrió un monitoreo y una mesa de diálogo con el sector privado.
Mientras, la soja continuó con su carrera alcista en el mercado de Chicago gracias a la firmeza del mercado internacional, mientras que los cereales mostraron leves caídas en sus cotizaciones productos del accionar vendedor de los fondos de inversión.
Los contratos de marzo y mayo de la oleaginosa subieron 0,04 por ciento (U$S 0,2) hasta los U$S 504 y U$S 502,7 la tonelada respectivamente.
Por efecto de los altos precios internacionales, Argentina, cuyas exportaciones totales de bienes primarios e industriales totalizaron el año pasado casi 55.000 millones de dólares, podría concretar envíos de granos y sus derivados por un récord de 35.900 millones de dólares, lo que implica unos 10.000 millones más de ingresos que los obtenidos por las ventas externas de la campaña 2019-2020.
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