Un páramo en Pipinas, fuego y un cadáver, las tres claves de un caso misterioso
Edición Impresa | 5 de Febrero de 2021 | 05:20

En un lugar de muy poco tránsito en Pipinas, partido de Punta Indio, reservado según los baqueanos de la zona para los amantes de la pesca, encontraron una camioneta quemada con un cuerpo en su interior. La primera conjetura apuntaría hacia una decisión extrema: la de un suicidio. Pero hay detalles que no permiten aventurar respuestas.
Por estas horas, se sabe que en la ruta 11, a la altura del kilómetro 125, en un sector conocido como Punta Piedras, una Ford Explorer, patente DBK-889, quedó destruida por el fuego. Y dentro de ella, el cadáver calcinado de un hombre, que además presentaría un disparo, aporta los mayores interrogantes.
Se trataría del capataz de un campo de la zona, identificado por las fuentes consultadas como Walter Márquez.
Presente en la escena, el fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta impartió distintas directivas a los equipos policiales para que “peinen” todo el paraje en busca de cualquier pista.
“Raro es raro. Si una persona quiere terminar con su vida, opta por un disparo o se prende fuego. Pero las dos cosas juntas... No podemos descartarlo, aunque suena un poco extraño”, destacó un vocero con acceso a la pesquisa.
La ausencia de huellas o rastros de pisadas en los alrededores del rodado, agrega más dudas.
Un dato que no pasó por alto es que entre las piernas de la víctima había una carabina recortada y el asiento del conductor estaba reclinado. Una postal típica de una autoagresión.
En medio de tanto misterio, el trabajo de los forenses será clave. También los peritajes para determinar si las llamas se iniciaron dentro del rodado o, desde afuera, hasta que arrasaron con todo el habitáculo.
UNA SOSPECHA
En Punta Indio ya se hablaba de un puestero desaparecido desde hace varios días. Y la sospecha es que se trataría de esa misma persona.
Los exámenes médicos también aportarán elementos sensibles para su identificación. Y a partir de la persona fallecida, los testimonios de sus allegados podrán traer las certezas que hoy se ausentan.
En Punta Piedras no hay cámaras de seguridad, ni señal de internet, ni nada. Por eso el trabajo de los pesquisas deberá ir avanzando pieza por pieza. Hasta armar el rompecabezas.
El hecho provocó gran conmoción, porque Pipinas es una localidad donde, por lo general, reina la tranquilidad. Esa paz no habitual en otros conglomerados más numerosos y violentos, que son cercanos, pero que por el momento parecen no atraparla.
La causa quedó caratulada como “averiguación de causales de muerte”, con conocimiento del juzgado de garantías en turno de La Plata.
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