Cuidacoches están otra vez a pleno en el Centro y regresó la “reserva” de lugares

Con la incorporación de distintas actividades, estacionar un vehículo a la mañana es una asignatura difícil

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Las mañanas volvieron a registrar imágenes de la prepandemia en la Ciudad. Más vehículos, menos espacios para estacionar, y en ese contexto reaparecieron los cuidacoches en toda su dimensión, en buena parte del centro platense.

Más intensos a la hora de pedir colaboración, no sólo dicen “cuidar” los vehículos, también limpian vidrios en los autos donde hay semáforos, reservan espacios para los que dejan “colaboraciones” todos los días desde 100 pesos en adelante.

Una simple observación permite comprobar que los lugares donde “trabajan”, se ganan a “a la fuerza” y en el medio, los conductores de los vehículos particulares pagan el estacionamiento por partida doble: el medido oficial y muchas veces se ven forzados a pagar a los trapitos. El temor a encontrar el auto destruido por no “colaborar”, es más fuerte que el rechazo a pagar por la “protección extra” del rodado.

Las “reservas” de lugares están a pleno durante la mañana en el centro platense. Con los tachos en los que ponen agua para “lavar” los autos, guardan espacios para quienes habitualmente dejan propinas que arrancan desde los tres dígitos, o bien algún nuevo candidato en los que ven la posibilidad de obtener una “posible buena propina”.

El problema de los trapitos crece con el correr de los días. Con el paso del tiempo, muchos se sienten “dueños” de la cuadra, corren los vehículos si es necesario, hacen esperar en doble fila a los que buscan desesperadamente un lugar en hora pico y la prepotencia va ganando mucho terreno en los pedidos de “colaboración” a los dueños de los autos. En algunos casos, los propios automovilistas les dejan las llaves para que le acomoden el coche cuando aparece un lugar, según se pudo observar en más de una oportunidad en el microcentro.

Lectores que se comunicaron con este diario, dijeron que en 5 entre 45 y 46, se observó ayer que hubo cuatro espacios reservados con baldes “para los que estacionan siempre. El resto no puede dejar el auto”. En los alrededores del ministerio de Infraestructura (58 y 59 entre 7 y 8) también se observa a la mañana la presencia de cuidacoches que controlan la zona y prácticamente deciden quién y dónde tiene que estacionar cada vehículo. Una situación similar se vive en la zona de 4 de 48 a 50. Y así se puede ver en diferentes puntos de la Ciudad, como plaza San Martín, como así también en las calles 9 y 10, de 47 a 50.

Incluso, el conflicto entre los propios trapitos dejó resultados violentos y fatales. En más de una oportunidad se pelearon entre ellos, por diversas razones, e incluso en febrero pasado hubo un enfrentamiento fatal.

A pesar de que no esté permitido, los cuidacoches volvieron a ganar la calle del centro de la Ciudad, según se observa en cada jornada, donde las restricciones se diluyen y el ritmo de las actividades de a poco va retornando a la normalidad, razón por la cual los espacios vuelven a ser escasos para estacionar en hora pico, fundamentalmente por la mañana.

 

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