Firman un acuerdo para que lleguen tres millones de vacunas chinas
Edición Impresa | 12 de Marzo de 2021 | 04:20

El gobierno nacional confirmó ayer la firma de un nuevo contrato con la Corporación Grupo Farmacéutico Nacional Chino que permitirá la llegada de tres millones de dosis de la vacuna Sinopharm contra el coronavirus.
Según está previsto en el acuerdo, que fue suscrito el miércoles pero se conoció recién ayer, las nuevas dosis arribarán a Ezeiza a partir de la semana próxima y permitirán que Argentina supere las 7 millones de vacunas efectivamente recibidas.
La confirmación de la llegada de las nuevas vacunas se hizo pública mientras la Nación se apresta a superar -por estas horas- las 2 millones de dosis aplicadas y las 3.5 millones distribuidas entre las jurisdicciones.
El pasado fin de semana, el gobierno nacional había anunciado que las negociaciones con China se encontraban encaminadas, aunque hasta hoy se desconocía la cantidad de nuevas dosis que se adquirirían.
El propio presidente Alberto Fernández había dicho que estas vacunas, sumadas a las que se esperan por parte de otras empresas para las próximas semanas, permitirían “entrar en un ritmo de vacunación más elevado, para llegar al invierno con 13 millones de personas de riesgo vacunadas”. Los tres millones de nuevas dosis “chinas” se sumarán así a una primera tanda de 1 millón que habían llegado a Ezeiza en la última semana de febrero.
Este miércoles, el director Nacional de control de Enfermedades Transmisibles, Juan Manuel Castelli, había dicho que las Sinopharm, que tienen un “adecuado nivel de eficacia y seguridad”, son de manejo sencillo por necesitar almacenamiento “de entre 2 y 8 grados” y subrayó que la Anmat -por el momento- recomendó suministrarlas a personas de hasta 60 años.
Es por ello que la mayoría de las jurisdicciones las están empleando para la inmunización del personal docente, médicos y fuerzas de seguridad. La vacuna china Sinopharm, autorizada con carácter de emergencia por el Ministerio de Salud argentino en febrero pasado, es del tipo “inactivada” ya que contiene una versión del virus alterada genéticamente, lo que le impide reproducirse y desarrollar la enfermedad pero genera una respuesta inmune en el organismo, y tiene la ventaja de que requiere menos fríos que otras. La vacuna requiere de dos dosis que deben aplicarse con 21 a 28 días de diferencia y puede transportarse y almacenarse a una temperatura de entre 2 y 8° grados, lo que facilita la logística de distribución y resulta una ventaja frente a otras como la de Pfizer, que requiere una refrigeración de -70 grados.
“Es una vacuna a virus inactivado, lo que la hace una vacuna muy tradicional, muy segura como lo son las vacunas de la Polio (Salk), de la Hepatitis A o de la Rabia”, explicó Pedro Cahn, miembro del comité asesor de la Presidencia durante la pandemia y director científico de la Fundación Huésped, quien coordinó los ensayos clínicos de Fase III de la Sinopharm en la Argentina.
El pasado 30 de diciembre Sinopharm, la farmacéutica china de propiedad estatal, anunció que el primer análisis interino de los resultados del ensayo de Fase 3 reportaron que la vacuna alcanza una eficacia del 79,34% y que los participantes que recibieron dos dosis produjeron un alto nivel de anticuerpos contra el virus a una tasa del 99,52%.
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