“Mucha gente pasó de estar demasiado alerta a relajarse en exceso frente al virus”
Edición Impresa | 21 de Marzo de 2021 | 04:13

Cuando recuerda sus primeras intervenciones en el marco de la crisis sanitaria por el coronavirus formando parte de los equipos del SAME, Leonardo Bustos alude a un elemento que entonces le llamó la atención, pero que ya no se ve: “la gente de los barrios nos veía llegar con los equipos de protección y salía a la calle. Se ponían en alerta y a veces de manera exagerada por temor al contagio. Nos hacían preguntas detalladas y hasta llegaron a presentarse situaciones complicadas en las que estigmatizaban a vecinos contagiados. Pero eso fue a principios de año, cuando aparecieron los primeros casos. Ahora es como si muchos se hubieran pasado al otro extremo y relajan demasiado las medidas de protección”.
Bustos, que lleva más de 30 años en el sector salud como paramédico fue uno de los que intervino en el equipo que asistió al primer caso de coronavirus diagnosticado en la Plata el 26 de marzo de 2.020.
“Nos llamaron porque un muchacho de 36 años que había llegado de Tailandia hacía dos días y vivía en Melchor Romero tenía un cuadro sospechoso, con fiebre y dolor de cabeza. En esa ocasión nosotros no lo hisopamos. Lo trasladamos al hospital San Juan de Dios, donde quedó internado unos días hasta que se recuperó”, relata.
Bustos, que recuerda esos días como frenéticos, en los que arreciaban los llamados por síntomas compatibles, pero que terminaban siendo falsas alarmas, dice que frente a aquel caso tuvo por primera vez la impresión de que podían estar ante un caso de coronavirus.
“Es que era un momento en que la mayoría de los casos positivos en el país se relacionaban con viajes al exterior, todavía no había circulación comunitaria del virus”, relata el paramédico.
Como después viviría en varias ocasiones, aquella vez Bustos tuvo que responder consultas de los vecinos que en la actualidad ya no son frecuentes.
“Ese caso fue en Melchor Romero y los vecinos se nos acercaban para preguntarnos si tenían que hacer algo o para contarnos que habían visto al muchacho cortando el pasto en su casa y si por eso se tenían que hisopar. Había mucho miedo y desconocimiento”, cuenta.
En ese marco, pocos días después relata que vivió otro episodio más extremo en un barrio donde los vecinos quisieron echar de su casa a una familia en la que se había presentado un caso sospechoso de coronavirus.
“Era un momento en que había mucho temor. Yo mismo bajaba de la ambulancia en mi casa con el equipo de protección y veía cómo se dispersaban algunos de mis vecinos, con miedo. Afortunadamente eso ya no ocurre”, cuenta.
Como se recordará, en aquellos primeros meses de pandemia se conocieron algunos episodios en los que personal de salud resultaba discriminado en sus edificios o en los medios de transporte.
Lo que más le llama la atención a Bustos es que mucha gente haya pasado de esas conductas al relajamiento de las medidas de precaución.
“UN INVIERNO DIFÍCIL”
En ese marco y frente a la inminencia de los días fríos y la presencia de las nuevas variantes, Bustos no duda:
“Vamos a tener un invierno difícil y es necesario que la gente no deje de cuidarse”.
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