Por la pandemia se detectan más casos de tuberculosis

Edición Impresa

La tuberculosis es una de las enfermedades más antiguas que afectan a la especie humana. A pesar de los avances en su diagnóstico y tratamiento, continúa siendo un grave problema de salud pública a nivel mundial y nuestro país no es ciertamente una excepción. En él la pandemia producida por coronavirus generó un nuevo escenario encendiendo la alarma tanto entre pacientes que la padecen como entre profesionales de la salud.

Si bien a nivel mundial existe evidencia de la asociación entre tuberculosis y COVID, todavía no hay datos suficientes que sustenten esa relación. Lo cierto es que al tener ambas patologías síntomas similares de presentación, los médicos han comenzado a observar un aumento del diagnostico en paciente que nunca antes habían consultado, según señala un informe de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR).

“Los pacientes enfermos con tuberculosis se han visto afectados con la llegada de la pandemia. El COVID puede afectar a las personas infectadas o enfermas con ella, antes, durante o una vez curadas, facilitando en algunos casos el paso de infección latente a la enfermedad por una alteración del sistema inmunológico. Pero a su vez también ha aumentado la posibilidad de hacer más severa la evolución de la tuberculosis por la mayor extensión de las lesiones pulmonares”, explica la médica neumonóloga María Cristina Brian, coordinadora de la sección Tuberculosis de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.

Por otra parte, debido a las similitudes en los síntomas de ambas enfermedades, desde la entidad observan un aumento del diagnóstico en pacientes que llegan a la consulta por síntomas de COVID.

“La coexistencia de tuberculosis-COVID se presenta en nuestro país con un número aún no determinado, pero con un riesgo que suponemos aumentado debido a las lesiones pulmonares preexistentes en el pulmón y al estado de depresión inmunológica que presentan algunos de los pacientes, sumado al estrés que presenta esta pandemia del COVID”, explica la especialista.

En este contexto, “son muchas las dificultades en la accesibilidad a centros de salud y/o hospitales cerrados o abocados mayoritariamente a la atención del COVID y el temor que presentan los pacientes con tuberculosis ante el contagio de una nueva enfermedad”, cuenta Brian.

“Esta situación nos lleva a repensar e implementar diferentes estrategias de atención para que los controles y los tratamientos de tuberculosis puedan ser continuados, tratando de minimizar los abandonos”, dice.

En su último informe sobre tuberculosis, la Organización Mundial de la Salud reportó una incidencia de 10 millones de casos nuevos, 8,2% de ellos asociados al VIH y una carga de mortalidad de 1,4 millones. Más allá de los auspiciosos objetivos de eliminar la tuberculosis antes de que promedie este siglo, la tendencia es a un discreto descenso. Argentina no escapa a esta situación, aunque se encuentra dentro de los países con mediana a baja incidencia de la enfermedad, reportamos unos 11.500 casos nuevos anuales.

 

 

Dos enfermedades con similitudes
La tuberculosis y el COVID tienen síntomas similares de presentación, lo que ha llevado a que se produzcan confusiones en el diagnóstico de la primera en países con una incidencia de ella entre mediana y alta.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE