¿Realeza racista?: Enrique y Meghan le declaran la guerra a la Corona desde la tevé

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La entrevista brindada ayer por Meghan y Enrique a Oprah resonará por mucho tiempo en los pasillos del Palacio de Buckingham: en una jugosísima entrevista del príncipe y su esposa, Meghan reveló cómo la Corona conspiró constantemente contra ella, deslizó que fue utilizada de chivo expiatorio para tapar otros problemas pero, sobre todo, dejó muy mal parada a la realeza al sugerir que todo el maltrato recibido fue a causa del racismo.

Después de contar que se casó con Enrique en una ceremonia secreta tres días antes de la oficial, y antes de revelar que espera una nena, Meghan intentó dejar en claro que “una cosa es la familia real y otra la institución”, afirmando que siempre tuvo buena relación con la Reina, pero lo que contó fue condenatorio tanto para la familia como para la institución. La actriz reveló que fue silenciada por la Corona cuando se esparcían mentiras sobre ella en los tabloides.

“Estaban dispuestos a proteger a otros miembros de la familia, pero no a contar la verdad para protegerme a mi y a mi marido”, disparó sobre las versiones esparcidas en los tabloides que la hacían quedar como la villana. Víctima de “una campaña de denigración”, le pidieron que “mantuviera la cabeza baja”, que no hiciera comentarios, y eso que, contó Meghan, “no había salido mas de dos veces en cuatro meses”... Era, en teoría, por su propio bien, pero Meghan comprendió rápido que la Corona no tenía intención de protegerla contra el hostigamiento de la prensa, algo que llevó a Enrique a decir que temía que “la historia se repitiera”, en relación a Lady Di, su madre, “aunque quizás ahora era más peligroso, porque se agregaba la cuestión de la raza”; la actriz contó que “no quería seguir viviendo” cuando estaba embarazada, pero que cuando quiso pedir ayuda profesional, no la dejaron porque no quedaría bien en una mujer de la realeza. Enrique confirmó que, al no poder obtener la ayuda que necesitaban (Carlos le dejó de atender el teléfono, incluso), decidió dejar sus deberes reales.

Comenzó a quedar en claro que había desprecio por Meghan, quizás porque comenzaban a eclipsar a Will y Kate, o quizás por el color de su piel. Una teoría que se potenció cuando Meghan contó algo verdaderamente aberrante: cuando se supo que ella había quedado embarazada, “hubo preocupación y conversaciones muy serias sobre cuán oscura sería la piel de Archie cuando naciera”. La realeza despreciaba tanto a ese hijo de una mujer mitad negra que decidieron que el primer bebé de color de la realeza no tendría títulos ni custodia real.

 

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