Entró en un local de City Bell que abrió hace tres meses: robó $52 mil y un whisky

La dueña justo pasó por el lugar y lo vio huir, con un balde en la mano. Ahí llevaba la botella y copas. Miedo y bronca

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Una comerciante de City Bell que llevaba un cachorrito a la veterinaria quedó literalmente paralizada en los primeros minutos de ayer, cuando al pasar frente a su autoservicio observó que la puerta estaba abierta. No había muchas chances de que fuera por otra cosa que por lo que fue: obra de un delincuente que violentó el acceso y escapó caminando como sin nada, con dinero, una botella de whisky y copas.

“Pensé en seguirlo con el auto o en tirárselo encima, pero no pude hacer nada”, reflexionó la víctima, quien priorizó la presencia de su pequeña hija antes que evitar la fuga del ladrón.

Por lo que ella misma contó a este diario, todo pasó en los primeros minutos de ayer en Belgrano y 451, en el local del autoservicio Nano, que abrió sus puertas allí en diciembre pasado.

“Yo iba a la veterinaria a llevar un cachorrito con mi nena, cuando pasé y vi la puerta abierta”, relató la dueña del comercio, Ana, quien convencida de que se trataba de un robo y con la sospecha de que los responsables podían estar todavía adentro, detuvo la marcha del auto y llamó al 911. Reaccionó correctamente. El intruso no había escapado aún.

“Me quede esperando a la policía, cuando vi que salió el flaco. Miró y siguió caminando como si nada”, apuntó la víctima, indignada y admitiendo que esos instantes fueron de pura incertidumbre y miedo.

“Me asuste mucho cuando vi que se abría la puerta de la persiana, más por la nena”, sumó la mujer, antes de recordar que la pequeña de 13 años le pidió: “No hagas nada”.

Vestido con ropa deportiva, el sujeto se cuidó de ocultar sus rasgos con la capucha del buzo celeste y un barbijo negro. Así lo registraron las cámaras de seguridad del negocio mientras revisaba la caja registradora y todo lo que había en ese sector del mostrador, así como deambulando entre las góndolas, de las que seleccionó un whisky White Horse y copas.

Puso todo en un balde verde, guardó el dinero en los bolsillos y salió a la calle, para alejarse tan tranquilo como seguramente llegó. Los dispositivos de seguridad de la calle también capturaron ese momento.

Minutos después de que desapareció de la escena arribó el primer patrullero.

“Vino además Policía Científica -dijo Ana en un mano a mano con este diario- pero las huellas dactilares que había estaban desplazadas”. El balde verde lo encontraron en un contenedor situado justo a la vuelta del comercio.

Por otro lado la víctima resaltó que el escruche ocurrido en su negocio no es un caso aislado: “La semana pasada robaron en la panificadora y ayer (por el viernes) le robaron de nuevo a mano armada”.

Además del whisky y las copas, el ladrón se llevó 52 mil pesos que los dueños de Nano habían dejado en el local -escondidos- para pagarle a proveedores.

 

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