Otros casos en los que la virtualidad ofrece testigos

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Debido al creciente uso de las redes sociales, un fenómeno derivado de los avances en materia de comunicación y del actual escenario sanitario que obliga a muchas personas a tener que cumplir con sus obligaciones de forma remota, se está volviendo cada vez más frecuente que salgan a la luz situaciones que hasta hace unos años hubiese sido imposible conocerlas en pleno desarrollo.

Una de ellas es la inseguridad. Además del episodio que ocurrió ayer en una vivienda de City Bell, en donde un alumno avisó a su profesora que su familia estaba sufriendo un atraco, en lo que va del año han tenido lugar otros dos casos similares en la Región.

El pasado 1 de febrero, una familia sufrió una entradera en 5 y 508, Villa Castells. Desde un primer piso, una nena vio como su padre era reducido y golpeado por tres delincuentes y, como se encontraba en una videollamada de WhatsApp con una vecina, le pidió que avisara a la policía.

En tanto, el pasado 23 de marzo, antes de ser reducida por delincuentes, una estudiante universitaria pudo avisar a una compañera que, junto a su mamá y su hermano, estaba siendo víctima de un asalto a mano armada en su casa ubicada en 416, entre 147 y 148, Arturo Seguí. La policía recepcionó la denuncia pero no pudo detener el atraco.

 

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