Racing estaba para el nocaut y terminó abrazado al éxito

Racing de los milagros. Con un hombre de menos y cuando era claramente superado, sacó adelante una victoria que se cotiza en oro, por la Libertadores, gracias a un cabezazo de Chancalay, a siete minutos del final. Juan Ramírez abrió la cuenta para la Academia, y luego, lo empató Christofer Gonzáles.

Racing cerró el primer capítulo justificando la victoria. Porque fue más ingenioso, preciso y letal cuando se lo propuso. Los volantes, donde sobresalió Nacho Piatti, hicieron un trabajo incansable, con recuperación rápida y salida vertical a las espaldas de los laterales del Cristal. Y en la primera llegada, Racing se adelanta en el marcador con un cabezazo de Juan Cáceres, uno de los más regulares de su equipo.

En el final, Racing se cayó en un pozo (perdió un jugador), y Cristal lo dominó. Adelantó las líneas, soltó a los laterales; los volantes “coparon” el medio, y arriba, Riquelme y Corozo hicieron un lío bárbaro. Y en medio de ese dominio, apareció Christofer Gonzáles para poner las cosas en su lugar. De allí en adelante, el Cristal fue un verdadero monólogo, a tal punto que convirtió en figura a Arias. Sin embargo, en el mejor momento de Cristal, Racing pegó con Chancalay. Asunto resuelto.