Sergio Lapegüe: "Mis padres nunca me dijeron 'Te quiero', nunca"

Sergio Lapegüe estuvo invitado anoche al programa "Debo decir" (América) y sorprendió a todos al hablar de sus padres: aseguró que nunca le dijeron 'Te quiero', a pesar de que lo sentían.

"Mis padres nunca me dijeron: ‘Te quiero’. Nunca. Cuando conozco a Bochi (su mujer), teníamos un mes de novios, ella era maestra jardinera y tenía veinte años. Me hizo con sus manos una cosa que decía: 'Te quiero'. Y cuando íbamos en el auto o subíamos a un colectivo, me lo regaló. Me sentí tan mal, porque era la primera vez que alguien me decía: 'Te quiero'. Le dije: 'Yo no te quiero porque no te conozco'. Le agarró una bronca que lo tiró por la ventanilla. Se bajó y se fue", comenzó indicando en diálogo con Luis Novaresio.

Tras dicha anécdota, contó que su padre murió cuando tenía 11 años y que era "lo máximo" para él; mientras que su madre vive, aunque sufre de Alzheimer: "Es una enfermedad tremenda. Yo voy a verla sábados y domingos, y de lunes a viernes cuando puedo. Ella sabe que soy alguien importante para ella. Pero no sabe que soy su hijo. Y yo sé que es mi mamá".

Y prosiguió: "¡Sabés cómo la abrazo y le digo: 'Te quiero!' Pero yo no sé si ella lo recibe. Es como para analizarlo. Ella tiene Alzheimer, no se acuerda de nada y no sabe nada. Pero sabe algo: mi número de teléfono. Y me llama y me dice: 'Sergio, ¿cuándo venís?'. Yo lo traté mucho con mi psicólogo y me decía: 'Es peor que estar muerto eso'. Porque el cuerpo está de mi mamá, pero no está ella adentro".

Al hablar puntualmente de su padre, precisó: "A mi viejo no lo pude abrazar nunca. Mi hijo siempre me decía: 'Abrazalo al abuelo'. Y yo no podía. Mi papá era militar. Era una persona tan generosa. Venía todos los santos días a mi casa a tomar mate y a hablar con Bochi, fundamentalmente, y a estar conmigo un rato. Y nunca lo pude abrazar y nunca le pude decir 'te quiero', sólo en el lecho de muerte, cuando se estaba yendo. Y ya tampoco sabía si me estaba escuchando. Pero le dije todo lo que quería decirle".

Siguiendo con su relato, indicó: "Él es mi guía. Yo no sé si ustedes creen en esas cosas. Él tenía un número (929) que siempre me decía. Y ese número lo veo en todos lados. Me voy de vacaciones y lo veo. Y cuando estoy en un momento importante de mi vida lo veo. Mi hijo me dice: '¡Como me gustaría en este momento estar con el abuelo y poder hablarle'. Me mataste Luis con esto pero la verdad es que lo extraño. Es más, cuando estaba ahí internado y no sabía si iba a salir, el único aliento era sé que me voy a volver a ver con él".

 

 

 

 

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE