El búnker para refugiarse de los ataques, en el relato de una platense en Tel Aviv

Luciana Jeison Falcón contó cómo son los “cuartos blindados” en los hogares donde se guarecen de los misiles lanzados por Hamas

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Luciana Jeison Falcón nació en La Plata hace 43 años y a los 11 emigró junto a su familia para radicarse definitivamente en Tel-Aviv, la ciudad de Israel que desde el lunes comenzó a ser objeto de los misiles lanzados por el grupo islamista Hamas desde el otro lado de la frontera con Palestina.

Si bien el Estado israelí mantiene activos los sistemas de defensa para proteger a la población de los ataques, entre estos la denominada Cúpula de Hierro (sistema implementado para derribar misiles en el aire), por estas horas el clima es de preocupación y tensión.

En diálogo con EL DIA, Luciana recordó que esta semana cuando la alarma sonó por primera vez era de tarde y se encontraba en la vía pública, como la mayoría de las personas trabajadoras de Tel Aviv. Ella es nutricionista y profesora de agricultura, con lo cual necesita andar por motivos laborales. Está casada con un argentino y tiene tres hijos a los que necesitan trasladar a diario al colegio, aunque desde que comenzó la escalada de tensión los chicos permanecen en la casa -dijo- tal “como ocurrió con el COVID”.

En Israel, es común que las viviendas y los edificios cuenten con sus respectivos búnkeres o “cuartos blindados” como prefieren llamarlo sus habitantes, dado el conflicto de larga data en esa región. Desde hace días, cada vez que suenan las alarmas de la ciudad, las familias concurren a esos refugios para estar más seguros antes cualquier contingencia.

Luciana, que vive en la planta baja de un edificio, diferenció en ese sentido las construcciones de las “casas de antes” con las nuevas edificaciones. En las viviendas que tienen varios años estos “cuartos” suelen estar en un subsuelo o “sótano”, mientras que en los edificios pueden construirse dentro de los departamentos. “En mi departamento hace unos años construimos un cuarto blindado”, recordó.

“Son como habitaciones comunes y corrientes, cuentan con electricidad, filtros para limpiar el aire, baño y con paredes gruesas, densas, resistentes, aunque los lanzamientos de misiles igualmente se escuchan, retumban adentro a pesar de estas paredes”, describió. Y agregó que “es un cuarto que no se toca nunca, que uno no va nunca, ni quiere ver, con lo cual tuvimos que limpiar y poner agua, es decir, acondicionarlo para usarlo”.

A su vez, el edificio en donde vive sí tiene un cuarto blindado en el sótano, que es grande, con capacidad para alojar a la gente que habita en el lugar. En su relato recordó que “el otro día, ante la preocupación, las familias decidieron bajar, estuvimos varias horas en el cuarto, llevamos agua y frazadas por si había que estar mucho tiempo, aunque luego volvimos a nuestros hogares”.

“Estamos asustados”

En el inmueble son vecinos de otra familia de La Plata, con la que se encontraron el martes a eso de las 3 de la mañana en la escalera, mientras bajaban al búnker. Allí -dijo- hubo algunos intercambios afectivos y apoyos mutuos. “Estamos asustados, sorprendidos, aunque nos preocupa más el conflicto que hay más al norte y en Jerusalén. Hay que tener en cuenta que Israel es un país chico, en donde está todo cerca, con lo cual la situación se hace más preocupante. Lo más triste es que esto sigue, para la gente del sur es una realidad”, indicó.

Sobre las sensaciones de este momento comentó que “habíamos vuelto a la normalidad después del COVID, y ahora esto. Pero esa es la fortaleza que tiene este pueblo, que le pasa de todo y sigue para adelante. Tiene esta virtud de acostumbrarse y poder levantarse. Tenemos la esperanza de que esto se termine cuanto antes con las mínimas pérdidas”.

Luciana aseguró que ahora más que nunca mantiene contacto fluido con sus familiares en La Plata. “Nos conectamos por WhatsApp, con mensajes y llamadas, el contacto es fluido. También estamos en contactos con seres queridos que están en Estados Unidos, en España. Estos son los momentos en que una necesita de estos afectos que te hacen sentir bien”, relató.

 

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