La autopsia a las víctimas del doble femicidio de Los Hornos reveló que recibieron 5 disparos

Dos impactaron a Florencia Sandoval y tres a su vecina Cielo De Luca. El femicida se suicidó tras el ataque, según la investigación

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Las autopsias realizadas sobre los cuerpos de las víctimas del doble femicidio de Los Hornos indican que fueron ejecutadas con cinco disparos en medio de lo que se investiga como una lluvia de balas que prácticamente vació el cargador del arma reglamentaria del policía Juan Ignacio Soto (23), quien se suicidaría unos minutos después, dentro de la casa de sus padres.

Según esos informes, a los que accedió este diario, la joven enfermera Florencia Sandoval (23), fue alcanzada por dos balazos en la zona del tórax. Uno, que dañó los pulmones, una vértebra y los brazos, causó una hemorragia aguda que evolucionó con un shock hipovolémico hasta determinar la muerte, se indicó.

En tanto, se determinó que Cielo De Luca (20), recibió tres impactos. Se estableció que el tiro letal fue el que ingresó por el sector izquierdo del tórax y en su trayectoria desgarró los pulmones y la arteria aorta.

Los otros proyectiles dañaron el brazo izquierdo de la joven trans que vivía al lado de la casa que compartían Soto, Sandoval y los hijos de la mujer. Los nenes habrían presenciado el ataque.

El estudio se completa con un análisis sobre la muerte del policía, determinada por el impacto de bala en la cabeza.

Los investigadores concluyeron en que, tras cometer el doble femicidio en el mini complejo de viviendas situado en 164 entre 62 y 63, el lunes 10, a eso de las dos y media de la tarde, subió a su auto y escapó. Tras el alerta por los tiros, otros policías lo seguían pero llegó a la casa de sus padres, situada en 166 entre 59 y 60. “Al verse rodeado, se disparó en la cabeza”, apuntó una fuente de la causa.

El policía fue subido a una ambulancia, pero murió en minutos.

Aunque el caso quedó cerrado con la muerte de quien, se concluyó, fue responsable de los crímenes, el fiscal Martín Almirón (UFI Nº 8) solicitó peritajes que buscan determinar cómo se desarrolló la secuencia de muerte. También, si el agente que prestaba servicios en Quilmes llegó a la casa de 164 entre 62 y 63 unos instantes antes y si, como sugieren allegados a la familia, Cielo De Luca, conocía sobre la violencia de género que padecía su vecina Florencia y salió de su casa con la intención de defenderla.

“Estamos tratando de salir adelante. Mi hermana no se merecía irse de esa manera”, le dijo ayer a este diario Giselle (33), hermana de Sandoval.

La familia de Florencia intentó con una colecta para pagar un velatorio. Finalmente, la despidieron en una breve ceremonia, antes del entierro, en el cementerio. “Estábamos enterrando a mi hermana y a menos de dos metros estaban enterando al asesino de mi hermana”, contó. El cruce entre familiares, fue en silencio, dijo.

Distinto, aseguró, fue el encuentro con familiares de Cielo: “la abuela paterna de mis sobrinos les agradeció por la actitud que tuvo la chica, que dio su vida por mis sobrinos. Ellos nos contaron que Cielo siempre fue así, de defender a los demás. Más, en una situación donde una mujer sufre violencia de género”.

En línea con lo que contaron otros familiares, la mujer señaló que la violencia “fue a tal punto que mi hermana no pudo hablar. No me pudo pedir ayuda”, lamentó.

 

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