“Timo decía que a mí me puteaban pero que yo siempre estaba para todo”
Edición Impresa | 31 de Mayo de 2021 | 03:59

Por NICOLÁS LAMBERTI
A Gustavo Enrique Dueña nunca le fueron fáciles las cosas. Llegó a Gimnasia desde su Río Colorado natal y con sacrificio y esfuerzo pudo llegar a la Primera División del Club donde jugó de defensor, volante, delantero y hasta de arquero. La luchó adentro de la cancha y una vez que se retiró, también la peleó afuera probando negocios y descubriendo facetas. Así fue siempre su vida, nunca bajó los brazos en nada, y siempre buscó reinventarse para salir adelante cuando las cosas no iban bien.
Formó su familia en La Plata, tiene tres hijos que están creciendo y a los que decidió dedicarles el tiempo necesario para inculcarles educación y valores. Hace poco tiempo, entendió que era el momento de cruzar las fronteras de su casa para que otros chicos aprendan lo que pudo enseñarles a los suyos.
“Tuve agencia de lotería y agencia de remises, también estuve siempre ligado al campo por mi pueblo, y también tengo algunos ingresos por renta de propiedades. Diversifiqué un poco en cada rubro”, comenzó diciendo el Rifle (así le puso José María Bianco) y agregó: “ahora que mis hijos están grandes tengo tiempo para dedicarle a otros chicos”.
Dueña está cumpliendo una función específica en el club Centro Fomento Ringuelet, que es más social que deportiva. “Estoy trabajando con Juveniles. No arranqué antes porque siempre estuve en cosas no vinculadas al fútbol y con los chicos chiquitos tampoco podía andar viajando de un lado a otro”, explicó y aclaró que “es una tarea más social que deportiva. Me gusta trabajar más con chicos que con grandes. Siempre me interesó mucho el aspecto social y en eso estamos”.
Más adelante confió que en el fútbol infantil ya hace mella el exitismo y eso termina por atentar con algo clave que es la formación humana sobre bases sólidas: “Yo estoy hace algunos años con este trabajo y lo que veo es que los técnicos quieren salir campeón siempre, ganar, y se olvidan de lo primario que es el chico. Se prioriza la fotito con el trofeo y no la contención de un chico. Hoy se viven momentos terribles familiares, veo un montón de cosas y tratamos de corregirlo. Hoy como está la sociedad la prioridad es formar al chico, algunos no lo entienden o no lo quieren ver. Siempre en todo trabajo hay que volcar valores e ideas y mis ideas son esas”.
EL LEGADO DE TIMOTEO
Muchos de los aspectos que hoy busca infundir en los jóvenes los trae consigo desde su época como jugador en la que aprendió mucho de un maestro: Carlos Griguol.
“El Viejo me enseñó un montón en todos los aspectos y ahora lo trato de volcar en mi función con los chicos. En la parte del estudio sobre todo. Trato de hacerles entender que muy pocos van a jugar en Primera y nosotros tratamos de que aprovechen el colegio, que es una herramienta fundamental para el día de mañana poder conseguir un trabajo si con el fútbol no va bien. Nos dedicamos a formar a las personas, más allá de lo deportivo. El Viejo tenía eso, más allá de que te vaya bien o no en el fútbol, había que formarse como persona. Eso trato de inculcarle a los chicos. Hoy se necesita mucho de eso”, remarcó dejando en claro cuál es su misión.
Y lamentó la partida de Griguol: “Fue muy triste la muerte de él, porque para nosotros, todos los de esa generación fue como un padre. Si bien ya venía enfermo desde hace un tiempo, esos golpes duelen bastante. Fue una etapa muy linda que vivimos. Nos marcó mucho a todos en general y a nosotros los jóvenes mucho más, sobre todo para la vida. Le estaré eternamente agradecido”
SILBIDOS POR APLAUSOS
Su carrera tuvo un bastión elemental: su propia perseverancia. El zurdo, por momentos algo resistido por el hincha, trabajó y se esforzó, apoyándose siempre en los consejos del “Maestro”. Así, cambió silbidos por aplausos
“El Viejo me enseñó un montón y ahora trato de volcarlo en los chicos. Formamos personas”
Gustavo Dueña,
Ex jugador de Gimnasia
“Había momentos en que la gente se me venía un poco en contra y el Viejo siempre me apoyó en todo sentido”. Pero aseguró que al tener las cosas claras y la conciencia tranquila de dejar todo siempre adentro de la cancha, muchas cosas que pasaban afuera no lo afectaban: “A algunos jugadores les duele más que a otros ser resistidos. El Viejo siempre decía, a ‘Dueña lo putean pero él siempre está para jugar de lo que sea’. Obvio que escuchás adentro lo que gritan, pero no me afectaba en lo más mínimo, yo tenía el apoyo de él y mis compañeros y lo que viniera de afuera no me afectaba”.
“NO DECÍA QUE NO A NADA, FUI HASTA ARQUERO”
La causa para que la consecuencia terminara siendo satisfactoria tiene una explicación que él mismo se encargó de dar: “Yo tenía mucha capacidad física y jugar por afuera era un gran sacrificio porque jugábamos con línea de tres. Hacer la banda era mucho sacrificio físico porque había que llegar a defender y también atacar. Y yo siempre estaba bien en eso”
Pero además, hay otra cuestión clave. “Yo jugaba hasta de arquero”. Era domingo. El 23 de marzo de 1997. En el Bosque, por la 6° fecha del “Torneo Clausura”. Gimnasia recibía a Racing. Con gol de “Chirola” Romero a los 14 minutos del complemento el Lobo ganaba 1-0. En el final, ya en el minuto 45, el árbitro Francisco Lamolina expulsó al arquero Tripero, Enzo Noce y al volante de la Academia, Claudio Marini. El DT albiazul ya había realizado los tres cambios permitidos. Con el descuento, quedarían unos 5 ó 6 minutos por jugar y nadie agarraba la camiseta de Leo Noce. Hasta que apareció Dueña, cazó el buzo y enfilo hacia el arco de 60. “ Yo no tenía problemas y jugaba de todo. Griguol me llamaba y me decía ‘vas a jugar de 5, de volante, de stopper’ y hasta atajé en ese partido con Racing. Yo no le decía que no a nada y por eso jugué bastante”.
Por todo lo que expresó antes, obviamente que trabajar en el Lobo en un futuro es un deseo, aunque no se desespera por eso. Prefiere estar bien preparado, capacitarse y después dar el paso con pie aplomado.
“Más adelante me gustaría trabajar en el Club. Ahora estoy haciendo una instrucción de cómo trabajar con Juveniles, pero con grandes no me interesaría. Estoy haciendo experiencia. Siempre digo que hay que capacitarse para trabajar, estoy en eso, capacitándome lo máximo que puedo”, cerró Dueña quien sueña con algún día poder enseñarle a los chicos de Gimnasia cómo desenvolverse en la vida. Sobre todo, cuando las cosas no vayan bien.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE