Dos odontólogas platenses perdieron todo en asaltos casi calcados: "Un golpe durísimo"
| 12 de Junio de 2021 | 11:26

Dos odontólogas platenses, que además de la profesión también comparten que se especializan en ortodoncia, sumaron en las últimas horas otro factor en común: el sentimiento de desolación por el robo de los insumos y herramientas con los que llevan adelante su labor.
En dos hechos casi calcados, ambas profesionales de la salud fueron despojadas de sus pertenencias cuando descendieron de sus vehículos para hacer un mandado.
En orden cronológico, el primer hurto ocurrió el pasado miércoles 9 de junio, alrededor de las 21, en 34 entre 13 y 14. Al regresar a su vehículo, la profesional de la salud descubrió restos de vidrio alrededor de su auto y cuando levantó la vista se llevó la ingrata sorpresa de que la ventana de una de las puerta traseras ya no estaba.
Pero mayor fue la decepción cuando descubrió que su maletín con todo un equipo de instrumental especializado ya no estaba donde lo había dejado: en el asiento trasero de su auto.
La doctora Silvana De Zen sufrió la misma situación dos días después. Ayer viernes, alrededor de las 11.30 en la esquina de 60 y 27, la odontóloga dejó estacionado su vehículo con la intención de realizar un trámite que le demandaría a lo sumo diez minutos.
Quizás por eso no tomó la decisión de ubicar sus pertenencias en el baúl "como siempre lo hace". Lo concreto es que al regresar a su vehículo se encontró con que la puerta del conductor estaba abierta y faltaban dos bolsos que había dejado en el asiento trasero.
"En uno tenía todo el instrumental con el que atiendo a mis pacientes. En el otro bolso tenía información valiosísima para mi que para los ladrones sólo podría tener valor si la venden a una recicladora de papel. Tengo fichas de los pacientes, facturaciones y recetas que ahora deben estar tiradas por ahí ya que sólo se deben haber quedado con el bolso", comentó De Zen en diálogo con EL DIA.
A diferencia del robo ocurrido el miércoles, De Zen no encontró roturas ni la puerta forzada por lo que está convencida de que los ladrones emplearon un inhibidor de alarmas para poder ingresar a su coche.
"No se si me estaban vigilando o fue un robo al voleo. Al principio estaba reconociendo que había sido culpa mía por haber dejado los bolsos a la visto de todos. Pero después me fui dando cuenta que yo no soy culpable de nada. Cómo puede ser que a esa hora me roben de esa manera. Un golpe durísimo", señaló.
En este marco, De Zen hizo un pedido público a sus colegas y futuros colegas para que le avisen si se enteran de algo. "Es muy común que la oferta de estos artículos empiecen a circular en los grupos de odontólogos y de estudiantes de la carrera por la simple razón de que los ladrones no tienen a quien más venderlos", explicó.
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