Toldos, decks y calefactores, combo millonario para comercios golpeados

Los gastronómicos tienen que reacondicionar los locales para ganar clientes y sumar recaudaciones que hoy son bajas. Afrontar los gastos de esas remodelaciones les resulta casi prohibitiva en el contexto que atraviesan

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En los últimos 15 meses uno de los sectores más golpeados fue el de la gastronomía. Después de estar un largo período con sus puertas cerradas por el confinamiento, para volver a trabajar tuvo que adaptarse a un estricto protocolo que contempló la atención en veredas y parte de la calzada. En ese marco, la actividad requirió de la instalación de toldos y decks que, según las dimensiones de los locales, costó entre uno y seis millones de pesos.

Al recorrer zonas del microcentro, como diagonal 74, avenida 44 o calle 12, se observan bares, restaurantes y cervecerías que en el afán de “re inventarse”, replicaron ambientes en el exterior. En principio, la mayoría optó por sacar mesas, barras y sillas a las veredas, pero luego se proyectaron decks para ganar espacio en las calles y cerramientos de plástico en las veredas.

Daniel Alayian, vicepresidente de Pulpa, Cámara de Empresarios Gastronómicos de La Plata, señaló que el presupuesto que tuvieron que invertir fue variado y dependió de las dimensiones del frente de cada comercio.

“El que está en una esquina, el que menos invirtió, gastó un millón de pesos, pero también están los que gastaron 4, 5 ó 6 millones, el espectro es amplio”, dijo el dirigente.

En la zona de 44 y 17, Federico Repetti, titular de dos reconocidos comercios del rubro, contó que el año pasado hizo un deck de madera que ocupa los 2 metros de la calle que permitió el Municipio.

“La ayuda no llega, y las empresas a las que les adjudicaron el Repro, no se lo depositaron”

“En abril de 2020 nos costó 130 mil pesos; el cerramiento de hierro ya lo teníamos, lo único que hicimos fue moverlo de lugar, nos salvamos de hacerlo, es algo carísimo”, sostuvo.

El comerciante también pidió un presupuesto para poner unos toldos y calefacción en otro de sus bares, pero le salía un millón y medio de pesos y optó por no hacerlo.

“No lo vamos a hacer porque estamos trabajando un diez por ciento de lo que trabajábamos en la normalidad, abriendo solo al mediodía en uno de los locales y a la noche solo para delivery, en el otro. No nos da para invertir esa plata”, agregó.

“UNA FORTUNA QUE NO TENEMOS”

Con recaudaciones que distan mucho de ser las que tenían hace dos años, los gastronómicos afirmaron que mejoras como calefaccionar la vereda les demanda “una fortuna” que no tienen.

Se explicó que un equipo de tubo radiante para exterior, no baja de los 150 mil pesos y que eso demanda modificaciones en las instalaciones.

El dueño de una cervecería de calle 5 señaló que los tubos de calor vienen de 3, 6 y 9 metros y los valores arrancan en los 100 mil pesos, más la instalación.

“La toldería es carísima, el valor del plástico es incalculable; por suerte en mi comercio ya contábamos con esos cerramientos en la terraza y en el patio, tengo tubos de calor y techos corredizos”, sostuvo el comerciante para graficar como pudo ahorrarse una inversión a la que otros estuvieron obligados.

En su caso, no fue necesario expandirse hacia la vereda porque en el interior de la construcción dispone de espacios abiertos que por el momento son óptimos para el aforo.

“Todo es muy costoso, invertir en protocolos sale carísimo y es uno de los rubros que no está trabajando, al igual que los dedicados a la recreación y el espectáculo”, apuntó otro comerciante de la zona de Plaza Malvinas.

Poner toldos y deck costó entre uno y seis millones de pesos, según la dimensión del local

Por eso, quienes dispusieron de algún lugar al aire libre, lo reacondicionaron, pero todos coincidieron en que con 3 ó 4 meses que se trabajó en el verano no alcanzaron a reunir el dinero para invertir más en esos espacios.

Es que después de un 2020 que fue durísimo para el rubro gastronómico, la mayoría comparte un escenario plagado de deudas, moratorias que deben comenzar a pagar, cargas impositivas y proveedores que ahora acortan los plazos para que salden cuentas pendientes.

“Parece que el mal llamado empresario puede estar un año sin trabajar, pero estamos mal, algunos estamos pagando moratorias a diez años, los impuestos, la luz, los proveedores, todo es realmente mucho más de lo que parece”, dijo un miembro de PULPA.

Se indicó que, ante ese panorama asfixiante, en la última semana 3 comerciantes presentaron quiebra y que otros correrían igual suerte por la falta de ayuda del Estado.

“La ayuda no llega, a algunas empresas les adjudicaron el Repro, pero no se lo depositaron; a todo eso hay que sumarle lo que sale mantener un negocio con empleados, las modificaciones que hubo que hacer en los locales y el aumento de la mercadería con cartas que mantienen los mismos precios que seis meses atrás”, agregó un comerciante del rubro y concluyó “es compleja la inversión porque es muy difícil recuperarla”.

A raíz de este complicado panorama es que desde hace varios meses se solicita la emergencia gastronómica.

Incluso, los gastronómicos, en tiempos de mayores restricciones, intentaron abrir jugándose a sufrir sanciones, ante la desesperación que plantea el panorama de bajas recaudaciones. Esto se dio en nuestra ciudad como así también en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y otros distritos del país.

Los sistema de delivery y take away representan un bajo porcentaje de recaudación con referencia a la atención en el local que, según indican, no supera el 20 por ciento, razón por la cual no alcanza para cubrir los gastos operativos de los locales.

Muchos locales han renovado sus propuestas para captar clientes y tratar de recuperarse de la crisis económica que están padeciendo desde el año pasado.

15
MESES lleva la crisis de los locales gastronómicos en la Ciudad, desde que aparecieron los primeros casos de coronavirus en el país y se impuso el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (Aspo). Luego hubo aperturas parciales y permisos para atender con aforo reducido, delivery y take away.
20
POR CIENTO en los mejores casos representa la venta por delivery o take away, en referencia a la ventas en tiempos de normalidad, con atención a pleno en los locales gastronómicos, en tiempos de prepandemiak
Decks
Cuando se permitió la atención al público en veredas, aparecieron los decks en la calle, en la extensión permitida por la Municipalidad, equivalente al espacio de estacionamiento sobre el cordón.
Deudas
Tras un durísimo 2020, en el rubro las palabras que se repiten son “deuda” y “moratorias”, por compromisos que no pudieron ser cancalados.

 

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