El desafío de una conducta responsable de los padres

Desde hoy se retoman las clases presenciales en la Región, lo que representa varios desafíos en el contexto sanitario de pandemia, ya que los alumnos tendrán que volver a acomodarse al esquema que tuvieron en marzo y mediados de abril, y los padres deberán ajustar su comportamiento a la hora del ingreso y la salida de los alumnos, a fin de contribuir a no propagar el virus.

Este reinicio gradual de las clases presenciales en escuelas de la Provincia, en base a una resolución que alcanza a todos los niveles de enseñanza, requiere el respeto de los protocolos y mucha responsabilidad.

Por eso, los padres, madres, familiares y allegados de los alumnos deberán ajustar su comportamiento en el traslado de sus hijos a los centros educativos y el posterior retorno a sus hogares, tomando en cuenta y respetando en forma estricta las pautas de prevención establecidas a partir de la pandemia.

Las clases presenciales se habían suspendido el 19 de abril pasado, pero ya se venía de todo un 2020 sin presencialidad.

Se indicó que el regreso a las aulas estará marcado por la “gradualidad” y también por la continuidad de cuidados, ya que “la pandemia no terminó” sino que solo mejoró la curva de contagios que había llegado a crecimientos exponenciales en meses anteriores.

Cabe recordar que los sectores que reclamaban el cierre de las escuelas argumentaron que la suspensión de la presencialidad obedecía, en buena medida, a la mayor circulación social que implica la actividad escolar, por la enorme cantidad de padres y personas adultas que llevan a los chicos hasta los establecimientos educativos y luego deben ir a buscarlos al cierre de los horarios escolares.

Entre las conductas que se aguardan desde hoy es que no vuelvan a producirse aglomeraciones en las puertas de las escuelas, principalmente a la hora de salida de los alumnos, cuando suele darse esa postal de veredas ocupadas por muchas personas. Por eso se recomienda una salida escalonada de los estudiantes.

También en este nuevo contexto le concierne a los padres y responsables de los alumnos inculcar en los chicos principios y conocimientos sobre la magnitud y los alcances de la pandemia, cuyas graves connotaciones no dejan de preocupar.

Si bien se ha señalado en muchas oportunidades que los chicos, por lo general, han demostrado altos grados de concientización acerca de la importancia de cumplir con pautas tales como el uso de barbijos o el respeto a los distanciamientos, nada impide y, por el contrario, resultaría conveniente que los adultos insistan en reiterarles la importancia de que acaten las normas de prevención sanitaria.