Los asaltos callejeros de los motochorros, un drama que se extiende por la Ciudad
Edición Impresa | 2 de Julio de 2021 | 04:59

Luis (63) vive con su familia en las inmediaciones del Parque San Martín y al igual que muchos otros vecinos de la zona, convive con el miedo al accionar de motochorros que “andan de día y de noche esperando la ocasión para el asalto en la calle”, según le dijo a este diario. El miedo se extiende más allá de las calles y generalmente viaja en moto. Al menos, así lo transmitieron en las últimos días desde otros vecindarios. Por caso, Villa Castells, donde una joven fue atacada a plena luz del día.
Esta semana, en 29 y 59, dos motochorros iban a toda velocidad pero al detectar a un peatón, dieron la vuelta y lo abordaron a punta de pistola. Le robaron sus pertenencias y huyeron.
El cuadro revive escenas de terror para vecinos de La Loma, que denuncian el asedio de los motochorros.
En el área del Parque, Luis venía escuchando sobre la problemática y en las últimas horas sufrió en carne propia esa forma de violencia en la calle.
En tal sentido, informó que “el martes, a las 8 menos diez de la mañana venía caminando por 26 entre 56 y 57, y me detuve a saludar a una vecina con quien me crucé. De repente paró una moto negra, con vivos en blanco, en la que iban dos jóvenes”.
Agregó que “el que manejaba era morocho y el que estaba en el asiento de atrás era rubiecito. Ese bajó con un revólver importante”.
El delincuente lo amenazó ordenándole “dame el teléfono”. Pero en una reacción rápida que todavía no comprende, “en lugar de darle el celular, le tiré una piña. Pero la evitó retrocediendo y trastabillando un poco. Entonces, el que se quedó en la moto le gritó `vamos, vamos`. Y se fueron sin robarme”, dijo.
Ya sin las pulsaciones a mil y despojado de la indignación que sintió en esos momentos, Luis razonó que “me podría haber disparado y hasta el tiro pudo haber impactado en esta vecina, que estaba pálida del susto”.
Luego expuso que “todos en la zona vivimos con miedo por la presencia de motochorros. Roban a jóvenes que van a gimnasios cercanos al Parque San Martín, en paradas de micros o a padres que llevan a la escuela a sus hijos”.
Luis calculó que el radio más crítico por la inseguridad que imponen asaltantes en moto se da “desde calle 22 hasta 31 desde 49 a 59”.
“Estamos a la deriva, porque si bien vemos pasar a algún patrullero, los motochorros se las ingenian para actuar cuando no hay vigilancia. Si no te mata el coronavirus, te mata la inseguridad”, reflexionó.
Otro delito frecuente que padecen en el lugar son los robos de ruedas a autos que “duermen” en la calle, denunció el vecino. Y reclamó operativos de identificación de autos y motos.
Ante la cámara
Otro violento episodio de inseguridad quedó registrado en las cámaras de seguridad de una casa y da cuenta de la problemática. El asalto callejero en la modalidad de motochorros sumó otro renglón en el que se sumó la brutalidad de la agresión contra la víctima. El caso ocurrió en las últimas horas en 11 y 502, Villa Castells, donde una joven fue sorprendida por dos delincuentes.
La escena dura apenas unos segundos. Puede advertirse en las imágenes cómo golpean a la chica y la tiran al pavimento para intentar sacarle sus pertenencias, más precisamente su teléfono celular.
El accionar de los malvivientes se dio también ante la presencia de otra vecina, que llegó a resguardarse en una vivienda. “Esto es tierra de nadie”, se quejó un vecino tras el episodio. El clima de preocupación se transmite en los grupos vecinales de WhatsApp.
En la zona también se denunció un asalto callejero en el inicio de la semana. Fue, según indicó una vecina, en inmediaciones de 501 entre 9 y 10, donde la abordaron cuatro ladrones a bordo de dos motos.
Según señaló en estas horas la víctima de aquel robo, a los mismos ladrones se los cruzó en la zona de la estación de trenes de Gonnet. No se escondían: la mujer pudo tomar nota de la vestimenta y el tipo de motos en las que se movían.
En la zona también hay alerta reiterado por las alarmas que suenan de noche en casas y obras, “avisando” sobre la presencia de escruchantes.
El drama también se expresó en Tolosa últimamente. En uno de esos casos, un vecino fue interceptado cuando estaba a punto de entrar a su casa, en 5 y 521, el 20 de junio por la noche.
El fin de semana pasado, en un megaoperativo que incluyó una detención por narco menudeo en El Mercadito, desde la Policía se informó que también se estaba cortando un eslabón clave en la cadena de delitos para una banda de jóvenes y menores “especialistas” en asaltos callejeros.
Tras un robo en 29 y 59, Luis contó que esta semana fue abordado en 26 entre 56 y 57
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