Pedro Castillo asume en Perú como nuevo Presidente, con varios desafíos por delante

Este maestro rural sin lazos con las elites políticas, llega al gobierno en medio de una fuerte crisis causada por la pandemia

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LIMA

El maestro rural de izquierda Pedro Castillo asume hoy la Presidencia de Perú con el reto de superar la pandemia, reactivar la economía y acabar con las convulsiones políticas que marcaron el último quinquenio.

Tres días de ceremonias están programados por la jura del nuevo mandatario, quien recibirá la banda bicolor el día en que Perú conmemora el bicentenario de la independencia.

El rey de España, Felipe VI, llegó ayer a Lima para asistir al cambio de mando, en el que estarán presentes también seis presidentes, entre ellos el argentino Alberto Fernández y el chileno Sebastián Piñera, así como el secretario de Educación de EE UU, Miguel Cardona.

Castillo es “el primer presidente pobre del Perú”, consideró el analista Hugo Otero, al destacar que es el primero sin parentesco ni lazos con las élites política, económica y cultural del país.

“El desafío más grande de Castillo es no defraudar a la gente que necesita respuestas rápidas, porque está sin trabajo y tiene hambre, o corre peligro de muerte por el Covid-19”, indicó Otero.

Perú ha sido duramente golpeado por la pandemia: acumula más de dos millones de contagios y casi 200.000 muertos, siendo el país con mayor tasa de mortalidad del mundo por el coronavirus, con 603 decesos cada 100.000 habitantes.

Además, una larga cuarentena en 2020 causó la pérdida de dos millones de empleos y sumió al país en la recesión. El PBI cayó 11,12 por ciento.

En los últimos años, el PBI peruano había crecido a un promedio anual de 4,8 por ciento, con inflación entre 1 y 3 por ciento, un déficit fiscal de 1,6 por ciento del PBI en 2019 y reservas internacionales equivalentes al 36,7 por ciento del PBI en 2020.

El país ha seguido un modelo de “economía social de mercado”, según lo denomina la Constitución de 1993, que permitió aplicar disciplina fiscal, promover inversiones privadas y extranjeras, y abrir su economía al mercado internacional.

MUCHAS DUDAS

Ahora, Castillo ha acuñado el concepto de “economía popular de mercado”, que plantea medidas proteccionistas para la agricultura y las confecciones, gravar con mayores impuestos a las empresas mineras y establecer una “segunda reforma agraria” para mejorar las condiciones de trabajo en el campo.

Estas propuestas son las que generan incertidumbre dado que, según expertos, ya se aplicaron en Perú en el pasado y “los resultados de lo que pasó en la economía peruana en la década del 80 mostró que era imposible seguir sosteniendo un proteccionismo”.

Paradójicamente, la economía peruana empezó a crecer a partir de 1990, durante el gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000), el padre de la excandidata Keiko Fujimori, quien fue derrotada por Castillo.

Castillo enfrenta el desafío de superar la pandemia y reactivar la economía

 

En esa gestión se controló la hiperinflación heredada del primer gobierno de Alan García (1985-1990) y se impulsó una rápida apertura del comercio con el exterior y la privatización de las actividades productivas, que estaban bajo administración estatal.

Castillo fue proclamado hace pocos días como presidente electo por el jurado electoral, que demoró un mes y medio en revisar impugnaciones de votos y apelaciones antes de declararlo ganador del ballotage del 6 de junio frente a Keiko.

El nuevo mandatario, de 51 años, que siempre luce un sombrero blanco de copa alta típico de los campesinos de su natal Cajamarca (norte), es católico y contrario al aborto y a las uniones entre personas del mismo sexo.

Castillo, que ayer mantuvo encuentros con algunos de los dignatarios extranjeros que llegaron para su asunción, recibió el lunes la llamada telefónica del jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, quien lo felicitó pero también le dijo que Washington espera de él “un rol constructivo” respecto de Venezuela, Cuba y Nicaragua.

Aunque sectores políticos y empresariales peruanos temen un giro al socialismo semejante al del gobierno de Caracas, el principal asesor económico de Castillo, Pedro Francke, dijo que el programa no tiene “nada que ver con la propuesta de Venezuela”.

La gobernabilidad será otro reto del nuevo gobernante, tras una polarizada campaña electoral

 

La gobernabilidad será otro reto del nuevo gobernante, tras una polarizada campaña electoral y las convulsiones políticas del último quinquenio, que condujeron a Perú a tener tres presidentes en cinco días de noviembre de 2020.

“Tendrá que posicionarse rápidamente como presidente de todos los peruanos y ya no como el presidente de la mitad de los peruanos”, declaró la politóloga Jessica Smith.

CONGRESO FRAGMENTADO

Castillo, que debe anunciar los nombres de su jefe de gabinete y ministros claves, tendrá como jefa del Congreso peruano a una opositora, la centroderechista María del Carmen Alva.

Diez partidos tienen presencia en el fragmentado nuevo Congreso de 130 miembros. Las mayores bancadas son de Perú Libre, el partido de Castillo, que cuenta con 37 escaños, y del partido fujimorista Fuerza Popular, con 24. Acción Popular, el partido de Alva, tiene 16.

Castillo viajará mañana jueves a la ciudad andina de Ayacucho para una juramentación simbólica en la Pampa de la Quinua, escenario de la batalla de Ayacucho del 9 de diciembre de 1824, que selló la independencia de Perú y del resto de la América española. El viernes encabezará una Parada Militar en Lima.

El presidente interino Francisco Sagasti, quien recibió el viernes pasado a Castillo en el Palacio de Gobierno, le recomendó que evalúe si se justifica insistir en su propuesta de cambiar la Constitución, rechazada por los sectores de derecha.

Sagasti destacó el “sentido del humor” y la “sencillez” del nuevo presidente, quien le “preguntó donde pondría los animalitos que tiene en su casa rural de Cajamarca”. (AFP y EFE)

 

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