San Esteban: “Lo primero que les dije a mis jugadores es que tienen que estudiar”

El Coco entrena a la Octava División y vuelca el legado de Timoteo. “Tengo 40 chicos y con suerte llegan 4. El Viejo tenía razón en todo”

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Por NICOLÁS LAMBERTI

nlamberti@eldia.com

En la antesala de lo que será la vuelta de la competencia del fútbol juvenil y una semana de haber soplado las 49 velitas, Jorge “Coco” San Esteban conversó con este medio sobre su actualidad en las menores albiazules, su pasado como futbolista y qué planea a futuro. El ex defensor, uno de los más goleadores del club y el jugador que más veces vistió la azul y blanca, confesó que le quedan algunos sueños por cumplir.

Hoy en día, el ex marcador central intenta transmitir su legado a los chicos de la Octava División: su experiencia como futbolista, sus conocimientos tácticos y algo que hacía muy bien como la técnica en la ejecución de la pelota parada. Y justamente sobre esta última faceta, reconoció que más allá de lo innato, hay que trabarla y mucho: “Trato de inculcarle a los chicos lo que uno vivió. El sacrificio que hacen los padres para que ellos estén todos los días en Estancia Chica. Yo siempre me quedaba 40 minutos o una hora después de los entrenamientos con los arqueros y los entrenadores de arqueros practicando. Ellos me la tiraban y yo le pegaba como venía. Lo hacía todos los días. Con la repetición uno va agarrando la precisión en la pegada y la fuerza. Yo les enseño algunos conceptos, la técnica, algunos sistemas de juegos que se pueden utilizar, preparándolos como para que cuando lleguen a Sexta, Quinta y Cuarta estén preparados lo mejor posible”.

“Yo creo que no me voy a ir de esta vida sin ser campeón del fútbol local con Gimnasia”

 

Pero esto de quedarse un rato más después de hora, ya no es tan habitual y menos en los más chicos: “Hoy se hace difícil, porque el chico es distinto. Antes nosotros jugábamos al fútbol nada más. Yo volvía a mi casa y pateaba en la vereda, en la calle. Hoy tienen la Play, el celular, están todo el día con el celular, y si se hace difícil para que el chico se quede”. Sin embargo, aseguró que no se resigna y habla mucho con sus dirigidos: “Uno trata de hablarles, que es para el futuro de ellos. Así después ponen la cabeza en la almohada y están tranquilos de que dieron todo. Después puede darte o no, porque yo tengo 40 chicos y con suerte, a Primera después pueden llegar cuatro. Por eso, lo primero que les dije cuando los recibí es que tienen que estudiar. Griguol tenía razón, uno de grande va recordando eso y se da cuenta de que tenía razón en todo. Yo tuve la suerte de jugar muchos años en Primera. Pero me quedó un año para terminar el secundario, hoy sin el secundario no podés trabajar en ningún lado”, agregó y recordó que el fallecimiento de Timoteo “fue duro, uno tiene padres, y por eso hay que disfrutarlos en vida. Toda pérdida es dolorosa y más de un hombre que nos enseñó tanto. Fue como un padre. Algo distinto a todos los técnicos, por eso lo recordamos con la alegría que tenía todos los días y cómo se dedicó al club”.

En otro orden, contó que si bien la categoría que él dirige es formativa, también prepara a los chicos para afrontar competencias sanas: “Si bien en inferiores es formativo, no está mal querer ganar. Hay una competencia sana. Yo creo que el jugador tiene que ser ganador. Cuando llegás a Primera, lo único que interesa es ganar”.

“ESTOY DONDE QUIERO ESTAR”

Sobre el puesto que hoy ocupa en las inferiores, aseguró que lo llena y lo hace feliz: “Estoy donde quiero estar, muy contento por el apoyo de los chicos que han jugado conmigo, con el coordinador, los dirigentes. Haciendo experiencia y dándole lo mejor a los chicos que si tienen la suerte de jugar en Primera, tengan todos los conceptos, buena técnica, pegada y cómo se maneja el fútbol en Primera”.

Pero más allá de eso, también deja en claro que si el día de mañana tuviese la oportunidad de dirigir grandes, está preparado: “Si en algún momento algún equipo se interesa en uno, estoy preparado. Ojalá algún día pueda cumplir el sueño que todavía me queda por cumplir, más allá de haber ganado la Copa Centenario. Yo creo que no me voy a ir de esta vida sin ser campeón del fútbol local con Gimnasia. Uno ruega que a Primera le vaya bien, porque hay chicos que sienten el club”, cerró.

 

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