En la zona Norte los vecinos explotan de bronca por la inseguridad: tensión y cruce con la policía

Menos de 24 horas después de que un hombre recibió un tiro en el brazo al querer evitar que una bandita le robara el auto a su vecina -policía - un grupo de frentistas de Gonnet se concentró en la puerta de la comisaría de la que dependen, la Decimotercera, con una fuerte demanda por seguridad.

“Los ‘chorros’ son más vivos que ustedes y que nosotros”, les espetó a las autoridades de la fuerza uno de los vecinos que participó de la protesta.

Pocas horas antes, casi en el mismo sitio donde antenoche sintió el fuego de un plomo atravesándole el brazo, Facundo (37) recordó en un mano a mano con EL DIA los entretelones del asalto.

“Escuché los gritos de la vecina, salí y vi que había un muchacho forcejeando con ella; él se subió al auto y cuando llegué al lado abrí la puerta para sacarlo”, contó Facundo, sumando que el delincuente estaba “con otro, me apuntó y me disparó en el brazo”.

Como informó este diario en su edición de ayer, esta dramática escena se desarrolló a las 19.40 del martes en 505 bis entre 11 y 12, donde tres sujetos abordaron a una oficial de policía que trabaja en Servicios Sociales de la fuerza con un objetivo preciso: sacarle su Renault Clío de color gris.

“La verdad es que tuve mucha suerte”, reflexionó Facundo, “porque (el delincuente) podría haber disparado mejor y yo por suerte estoy bien”. La bala le perforó el brazo derecho, con un orificio de entrada y de salida.

Fue trasladado de urgencia al hospital San Roque, donde los médicos constataron que el proyectil no había causado daños graves ni afectado ninguna arteria, lo asistieron y recibió el alta.

Facundo refirió que el auto robado ya fue recuperado y su vecina “también está bien”, más allá del shock que sufrió, primero por el robo y luego como testigo de un disparo que bien pudo tener consecuencias trágicas.

Por lo que pudo pasar el martes y por lo que pasa todos los días en esa localidad de la zona Norte, los vecinos decidieron movilizarse ayer a la Decimotercera.

El propio Facundo reconoció que el delito “creció últimamente”, con personas que llegan desde “otros lados; no viven por acá”. Vincula este fenómeno con el hecho de que “el Centenario se hizo muy popular, está lindo y se volvió interesante” para los ladrones. De su cuadra dijo que es buscada por asaltantes que encuentran en ella una vía de escape sin demasiadas complicaciones.

Por último el joven cerró la nota confirmando que nunca antes había sido víctima de un episodio “con este grado de violencia”.

Fuerte cruce

Lo que le pasó a Facundo colmó la paciencia de varios vecinos que venían rumiando bronca en los grupos de WhatsApp por la sucesión de robos bajo todas las modalidades, por lo que acordaron sin demasiado debate llevar ese reclamo a los responsables de la seguridad en el lugar: las autoridades de la comisaría de Gonnet y del Comando zona Norte.

Durante una hora, entre las 17 y las 18, un grupo de frentistas conversó con los jefes policiales en la puerta de aquella seccional con aires de chalet, en 502 y 15.

Algunos reprocharon a viva voz la inseguridad que vienen padeciendo en la localidad, así como también que “algunos policías estacionan los patrulleros en lugares escondidos y se dedican a tomar mate y mirar el celular”, según denunciaron.

Una y otra vez le pidieron al jefe policial de la zona Norte que precise “qué van a hacer para darnos más seguridad”, planteo que él respondió con el compromiso de “trabajar para reforzar la prevención (de robos) en el barrio”.

Replicó a su vez con otro reclamo: que los vecinos “se comuniquen con la comisaría para denunciar” cualquier caso de inseguridad.

Los frentistas exigieron más policías recorriendo las calles, a lo cual el jefe policial les prometió que hará “una gestión para conseguir más motos para Gonnet”.

Los momentos de mayor tensión durante el encuentro se registraron cuando un vecino les reprochó a los jefes de la fuerza el planteo de la “logística que aplican para actuar contra los delincuentes; no se les cae una idea”.

“Los ‘chorros’ son más vivos que ustedes y que nosotros”, acotó indignado. Denunció el mismo frentista que “por el Camino Centenario no pasa ni un patrullero” y que en la esquina de un conocido local de comidas rápidas en Gonnet “hay una bandita que siempre está lista para robar a cualquiera, especialmente a los pibes que van al lugar. ¿Eso no lo saben?”.

Al finalizar la reunión, Mónica Nicodema, una vecina que tuvo un activa participación en la charla con los jefes policiales, mostró su preocupación al mencionar en una charla con este diario que “la inseguridad en la zona se disparó desde que arrancó la pandemia, pero en la última semana aumentó muchísimo”.

“Escuché los gritos de la vecina, vi que forcejeaba con un muchacho y quise sacarlo del auto”