La desesperación por huir de Afganistán no da tregua

Aviones de todo el mundo sacan desde Kabul a gente aterrorizada por la vuelta de los talibanes, que buscan casa por casa a colaboradores del gobierno anterior

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KABUL

La evacuación de extranjeros y afganos prosiguió ayer en Afganistán a través de un gigantesco puente aéreo que desde hace días moviliza aviones de todo el mundo desde el aeropuerto de Kabul, cuyos alrededores están controlados por los talibanes.

EE UU, cuyas tropas controlan el interior del aeropuerto, sacó de Afganistán por vía aérea a unas 7.000 personas que temían por sus vidas tras la toma del país por los talibanes.

Washington envió 6.000 militares para garantizar la seguridad en el aeropuerto de Kabul y evacuar a los 30.000 estadounidenses y civiles afganos que trabajaron para ellos y temen represalias del grupo islamista radical que en pocos días tomó el control de casi todo Afganistán.

Casi 12.000 personas han sido trasladadas fuera de Afganistán desde fines de julio, cuando Washington comenzó a acelerar las salidas antes de la retirada militar estadounidense, fijada para el 31 de agosto.

Esto incluye ciudadanos estadounidenses, empleados de la embajada estadounidense y afganos que trabajaron para EE UU, en particular como intérpretes para el Ejército.

Los 5.200 soldados estadounidenses enviados a Kabul aseguraron varias puertas de ingreso al aeropuerto, lo que ayudó a mejorar el acceso mientras grandes multitudes de personas buscan escapar tras el regreso de los talibanes al poder.

El presidente Joe Biden prometió evacuar a todos los ciudadanos estadounidenses de Afganistán y a tantos afganos como sea posible, en medio de temores de represalias de los talibanes a quienes ayudaron a las fuerzas extranjeras durante la guerra de 20 años.

El Gobierno de Biden dijo que los talibanes cooperaron para dar paso seguro a los ciudadanos estadounidenses, pero impidieron que algunos afganos lleguen al aeropuerto internacional Hamid Karzai.

Alemania evacuó ayer a 500 personas, entre ellas 202 afganos, y aprobó además el envío de 600 soldados a Kabul, para apoyar la evacuación “del mayor número posible de personas” hasta el 30 de septiembre a más tardar.

Por su parte, España, Francia, Reino Unido y Turquía también siguen con los operativos para evacuar a connacionales y colaboradores afganos. Otras salidas se produjeron en los últimos días hacia Países Bajos, Polonia, Dinamarca, Noruega, República Checa, Hungría y Bulgaria.

PERSECUCIÓN

En este marco, un documento confidencial de la ONU reveló que los talibanes están intensificando la búsqueda de personas que trabajaron con las fuerzas de EE UU y la OTAN, y advirtió sobre “tortura y ejecuciones” contra estas personas y sus familias, pese a que los militantes islamistas prometieron no vengarse de sus oponentes.

El informe indica que los talibanes tienen “listas prioritarias” de individuos que quieren arrestar. Las personas que corren más riesgo son las que cumplieron funciones importantes en el ejército, la policía y las unidades de inteligencia afganas.

Los talibanes han estado realizando “visitas puerta a puerta selectivas” buscando a las personas que quieren detener y a sus familiares, dice el informe. Los militantes también controlan a quienes van al aeropuerto de Kabul. (EFE y AFP)

 

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