El debate por menos horas laborales llegó con más rechazos que apoyos

La impulsan diputados oficialistas de extracción gremial a través de un proyecto de ley, pero desde la propia central obrera la rechazan. En el Gobierno también advierten que “hay que ser cuidadosos” con estas iniciativas

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Dos proyectos de ley impulsan en el Congreso de la Nación la reducción de la jornada laboral, un debate que resurgió en muchos países del mundo y que ahora llegó al nuestro, pero con poca fuerza. Actualmente se estipula en 8 horas diarias y 48 semanales, apuntando a reducirla a 40 horas semanales

Los diputados Hugo Yaski, dirigente del sindicalismo estatal y Claudia Ormaechea, del gremio bancario que encabeza el kirchnerista Sergio Palazzo, son los autores de las iniciativas. En el último caso, la propuesta fija un tope en 6 horas diarias y 36 semanales, además de la opción de trabajar más horas, pero concentrado de lunes a jueves.

¿Es posible trabajar menos horas en la Argentina? para el abogado laboralista de la ciudad de Comodoro Rivadavia donde hay una experiencia en este sentido con los trabajadores petroleros, Jorge Echelini, “no es adecuado para este momento”.

“Francia ha sido el país pionero en avanzar en la reducción de jornada de trabajo, pero los resultados no muestran que esto haya servido para crear más empleo y hoy debaten volver a las 48 horas semanales”, aseguró al portal ADNSur el letrado especializado en legislación laboral.

“Hay otras cosas urgentes en materia laboral, como la generación de empleo y este tipo de proyectos no me parece el ideal para conseguirlo. Es un debate fuera de momento, que quizás se pudo dar hace 6 años, cuando el mercado laboral estaba en crecimiento”, agregó.

“Impensable”

A pesar que las iniciativas vienen del propio oficialismo, desde el Gobierno nacional no la ven con buenos ojos. En este sentido, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, consideró que “hay que ser cuidadosos” en referencia a las propuestas que plantean una reducción de la jornada laboral en el país.

“Si uno quiere resolver esto en cinco minutos, lo más probable es que se generen más problemas de los que se quieren resolver”, opinó en referencia a esas propuestas de reducción de la jornada laboral.

“En muchos de los países donde se ha implementado, lo que había era una reducción de la jornada laboral junto con una reducción proporcional del salario”, explicó el ministro, quién consideró que una medida de tal índole en la Argentina es “impensable” al no tener “salarios altos” para que “todos trabajen menos” y evitar, así, problemas de desempleo. Estimó que, si no se modifica el salario, una reducción “de 8 a 6 horas, equivale a aumentar el salario horario un 33 por ciento”.

“Es prematuro el debate.Hay que crear el mayor empleo formal posible y que la gente tenga esa posibilidad de trabajar, tener mayor estabilidad laboral”

Andrés Rodríguez,
Titular de UPCN

 

“Seguramente muchas empresas pueden absorber ese costo pero seguramente muchas pymes no”, sentenció, y remarcó que en un “escenario inflacionario” existe riesgo de que si se “hace de golpe, se traslade ese mayor costo laboral a los precios”, diluyendo así el efecto.

Echelini refirió que hubo algunos acuerdos en la actividad petrolera regional, donde se establecieron jornadas de 40 horas semanales, “o incluso trabajando de lunes a jueves, o retirándose antes los viernes, sin sábados y se pudo mantener la productividad. Esto me parece más inteligente, resolverlo en cada sector, en lugar de imponerlo por ley para todas las actividades”.

El especialista insistió, sin embargo, en que estas medidas no generan empleo por sí solas. Propuso el llamado “banco de horas, en el que “se puede flexibilizar la jornada y cuando hay cúmulo de trabajo, la jornada se extiende a 9 ó 10 horas, por ejemplo durante 3 meses, pero luego, la jornada se reduce a 6 ó 4 horas diarias, cuando baja la actividad, pero se compensa para no excederse de un cupo de horas anuales”.

EL PESO DE LA CGT

Mientras, alineada con el Gobierno la central obrera de Azopardo sumó más reparos que apoyos. Fue el titular de UPCN (empleados del estado nacional) Andrés Rodríguez, además integrante de la mesa chica cegestista, quien calificó de, al menos, “prematuro” este debate.

“Me parece que hay que crear el mayor empleo formal posible y que la gente tenga esa posibilidad de trabajar, no solo por el ingreso, sino para tener mayor estabilidad laboral. Hay que crear empleo aumentando la producción”, opinó.

De todos modos, no hubo aún un pronunciamiento orgánico de la central obrera.

El secretario de La Fraternidad, Omar Maturano, que no comulga demasiado con el oficialismo, fijó postura a favor de la reducción horaria. Y aseguró que los maquinistas tienen ese beneficio de trabajar 6 horas desde 2006, amparados en razones de salud e incluso postraumáticas por accidentes.

Días atrás, en un acto por las pymes y el empresariado nacional el titular de la Asociación Bancaria (AB), Palazzo, apuntó a los empresarios que más castigaron la iniciativa de reducción como el titular de la UIA Daniel Funes de Rioja. El sindicalista ultrakirchnerista, también precandidato a diputado nacional por el Frente de Todos, argumentó que “es un debate que se está dando en todo el mundo”.

El representante de los industriales fue claro en su posición: “En todo caso, reducir la jornada implicaría también proporcionalizar el salario, con su pertinente reducción”.

En nuestro país la ley 11.544, marca la jornada laboral legal en 48 horas semanales como máximo. Fue promulgada en 1929 por Hipólito Yrigoyen.

 

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