Una devoción popular que en plena pandemia está más vigente que nunca

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“San Cayetano fue un sacerdote italiano que, antes de ser ordenado como tal, tuvo un rol muy importante en una epidemia que hubo en Roma. Un brote de sífilis amenazaba a la ciudad. Esa era, entonces, una enfermedad no tenía cura, entonces no recibían a los enfermos en los hospitales, por lo que quedaban agonizando solos en las calles. San Cayetano y un grupo de amigos se dedicaron a acompañar a estas personas estableciendo un hospital para enfermedades infecciosas incurables. Por eso la figura de San Cayetano es especialmente importante para nosotros en nuestra pandemia”, explicó a la prensa el Padre Facundo Fernández Buils, sacerdote de la arquidiócesis de Buenos Aires.

 

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