De las caminatas a las maratones

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Ya mamá de dos nenas, a los 34 años María Trinidad Acuña no podía disminuir sus índices de colesterol ni su sobrepeso, y muchos años después, por indicación médica, comenzó con una actividad física suave, caminatas y algunos trotes por el bosque platense. Hoy, corre maratones, carreras de montaña y es integrante del Círculo Atletas Veteranos Platense.

“Hasta los 40 años -cuenta Trini, como la conocen en el atletismo platense- yo llevaba una vida totalmente sedentaria. Pesaba 86 kilos, tenía el colesterol por las nubes y el cuerpo me dijo basta. Fue entonces que comencé a caminar y a trotar, más por obligación que por otra cosa”.

Sin embargo, con el tiempo, esa obligación se convirtió en gusto, y a los trotes le siguieron carreras, maratones y montañas que veían como acumulaba, en sus categorías, podio tras podio.

“Fue increíble, pero la verdad es que no pude parar más. Empecé con carreras de 8 kilómetros, después de 15, mas adelante de 21 kilómetros, también maratones, hasta llegar a las carreras de montaña, que es lo que mas me gusta, como que ahora me estoy preparando para los 37 kilómetros que se harán en Capilla del Monte, Córdoba. Claro que para eso hay que entrenar, y mucho, lo hago cinco días por semana, 10 kilómetros de trote e intensidad, fondos largos de 26 km, en fin, ya es parte de mi vida, y es muy lindo, aunque lo mejor es cuando se llega a la meta en la montaña, cuando por la cabeza pasa la familia, los amigos, los compañeros, todo en un segundo”.

De aquellos problemas de salud y sobrepeso, en tanto, solo queda el recuerdo.

“Bajé 20 kilos en muy poco tiempo y el colesterol desapareció sin tomar ningún medicamento, solo corriendo y entrenando, porque esa es la mejor medicación”, asegura Trini.

 

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