El Rojo golpeó primero, pero no aguantó la reacción de River: 1-1
Edición Impresa | 6 de Septiembre de 2021 | 04:40

Un entretenido empate 1-1 a cargo de River e Independiente cerró anoche la ronda dominical de partidos correspondiente a la fecha 10 de la Liga Profesional, que se completará hoy.
El Rojo, muy superior en la primera media hora, sacó ventaja a los 28 minutos por intermedio de Fabricio Bustos; mientras que la recuperación de los Millonarios en la segunda etapa justificó la paridad de Braian Romero, a los 21.
Con el reparto, el equipo de Avellaneda, con 19 puntos, quedó a un escalón de los punteros Talleres y Lanús, en tanto que la formación de Nuñez aparece a continuación con 18, alentador considerando que las últimas dos actuaciones fueron con un representativo muy debilitado por las ausencias a raíz de convocatorias a seleccionados del continente y lesionados
El ingreso del uruguayo De La Cruz en lugar de Girotti fue la única modificación que hizo Marcelo Gallardo respecto del triunfo anterior en Junín, frente a Sarmiento, porque Leonardo Ponzio, otro recuperado, ocupó un lugar en el banco de los suplentes y Matías Suárez, que había sido convocado, ni siquiera firmó planilla.
El conjunto Millonario regresó a su cancha, donde el jueves se presentará el seleccionado nacional frente a Bolivia, con el respaldo de tres sucesivas victorias, para recibir a un rival que a pesar de las bajas sufridas, incluso con la competencia en marcha, porque en los últimos días Sebastián Palacios fue transferido al fútbol de Grecia, no resignó protagonismo.
Los resultados, de todos modos, no se proyectaron en River a una mejoría en el juego, aunque para esto hay un atenuante: las bajas que sufrió por ventas al exterior, ausencias por citados para la triple fecha de Eliminatorias y las lesiones que persiguen a Suárez, su jugador más desequilibrante.
Esta realidad volvió a quedar expuesta anoche frente al Rojo, un equipo que esta vez fue diagramado por Julio César Falcioni para evitar los puntos fuertes del elenco de la banda, y con Soñora y Velasco a cargo de la organización del juego impuso condiciones en el primer tramo del encuentro.
La pelota fue patrimonio de Independiente, aunque esa circunstancia no le aseguró una profundidad más allá del borde del área grande. A River le quedó la variante de quitar y salir, pero también sin una elaboración capaz de asegurar ataques serios.
En este marco, sobre el límite de la primera media hora, el conjunto de Avellaneda sacó ventaja con anotación de Bustos, llegando libre por la derecha para definir una larga jugada que comenzó en Insaurralde y clarificó Alan Velasco con un pelotazo cruzado desde el costado izquierdo.
Un gol arriba, el Rojo cambió de postura y trabajó el partido desde terreno propio, dejando prosperar a River en el juego para sorprenderlo de contra. En este marco, las jugadas mejor desarrolladas fueron en dirección al arco defendido por Bologna. La falta de precisión en velocidad le restó posibilidades a las combinaciones pretendidas por el local.
Antes de completarse el primer tiempo, Gallardo mandó a calentar a Benjamín Rollheiser, a quien en la etapa complementaria hizo ingresar para moverse en la línea de medios en lugar de Palavecino. La movida, y los conceptos que el entrenador seguramente debió haber actualizado en el entretiempo pareció refrescar el juego de River tras el reinicio.
Así como la apertura de Bustos no había sido una sorpresa, el empate de River, a los 21 minutos, a través de Braian Romero, que desvió lo que había sido un tiro al arco de Carrascal, también resultó una consecuencia lógica del trámite de un encuentro que mostraba a un Independiente limitándose a resistir la ventaja mínima.
La igualdad despertó a Independiente, que volvió a salir, y aunque lejos de llegar al nivel alcanzado en la primera media hora de juego, al menos amenazó con algunas réplicas que ahora no sorprendieron.
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