Qué dijo el hermano de Lucas Lobos tras entregarse por el embiste mortal

Peritaron su coche, un Mini Cooper. Aseguró que el lugar estaba oscuro, que esquivó a un grupo y luego atropelló a Matías Ovando

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Franco Iván Lobos, de 30 años y hermano de Lucas Lobos, ex jugador de Gimnasia y actual DT de la Cuarta División tripera, es el automovilista que en la madrugada del domingo atropelló y mató a un joven en 203 entre 37 y 38´, confirmaron fuentes policiales, judiciales y la defensa del imputado.

Como informó este diario en su edición de ayer, Lobos no frenó tras el impacto y la víctima, Matías Alejandro Ovando (25), murió poco después de ser trasladado al hospital Alejandro Korn, de Melchor Romero.

Mientras la noticia y el pedido de testigos se viralizaba por las redes sociales y los medios, cerca de las 22 del domingo Franco Lobos se presentó en la comisaría Séptima de Abasto con su abogado defensor, Miguel Molina, y el auto involucrado en el accidente, un Mini Cooper que quedó secuestrado algunas horas para ser peritado.

Según se supo de fuentes oficiales y la propia defensa, Lobos declaró que a las 5.30 de la mañana del domingo conducía su coche por la calle 203, de 520 hacia 44, cuando entre las arterias 37 y 38 “se encontró con un grupo de personas caminando por el medio de la calle”, para lo cual “realizó una maniobra con el objetivo de no colisionarlos, aunque igualmente escuchó el estallido del vidrio del conductor y continuó su marcha”.

Argumentó que no lo hizo “porque entró en pánico y tuvo miedo de sufrir represalias por parte del grupo de personas” que vio caminando, “ya que desconocía si había lesionado a alguien”.

Molina dijo a este diario que su cliente “entró en un estado de shock”, que, aseguró, “mantuvo incluso varias horas después. No dejó de llorar en todo el día”.

La fiscalía 10 de Delitos Culposos caratuló el caso como “homicidio culposo” y lo identificó en el expediente, mientras aguarda el resultado de peritajes para llamarlo a indagatoria. No tomó ninguna medida restrictiva de la libertad para el acusado, quien trabaja en una cancha de fútbol y al momento del hecho regresaba a su casa de Olmos, solo, después de compartir “una reunión con amigos”, se informó. La titular del vehículo es su madre.

Molina, quien asiste legalmente a Lobos junto con Alfredo Gascón, aclaró que su cliente “se puso a disposición de la justicia desde el primer momento, y si no fue antes a las autoridades fue porque yo no podía acompañarlo en ese momento”. Sostienen, además, que el lugar donde ocurrió el embiste “no posee luminarias, banquinas, ni señalización, está en pésimo estado y había una espesa niebla”.

“respirá”

Ayer circuló un video que grabó un vecino de Olmos inmediatamente después de que Matías Ovando fue atropellado. La crudeza de las imágenes dan cuenta del dramático momento en el que los testigos y una joven que lo asiste tratan de mantenerlo consciente. “Respirá, respirá”, ruega la mujer, en tanto un hombre le pregunta a ella si está bien, y no sufrió golpes, ya que estaba en el grupo que caminaba junto a la víctima.

Ovando fue trasladado de urgencia al hospital Alejandro Korn, pero murió poco después de su arribo, cuando los médicos intentaban reanimarlo.

A Matías, sus amigos y allegados le decían “Chino”. Según contó su padre, trabajaba como mozo y barman en un salón de fiestas. Y era muy querido en la zona de Romero donde vivía con su familia.

 

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