El crimen de Solange Grabenheimer prescribe hoy tras 15 años: qué dijo la única acusada

El asesinato de Solange Grabenheimer hace 15 años paralizó al país. Sin respuestas y sin culpables, la única señalada, juzgada y absuelta por falta de pruebas fue su amiga Lucila Frend. Tras ser absuelta, se instaló en España y nunca más habló con la prensa, hasta ahora. 

A Solange la encontró muerta Lucila cuando, con un grupo de amigos, volvió a su casa cerca de las 23 porque su amiga y compañera de departamento no le respondía. El médico forense que revisó su cuerpo indicó que la hora de la muerte había sido entre las 01 y 07 am. 

A las 7 am Lucila salió a trabajar como siempre y no volvió. Este fue uno de los indicios, sin pruebas, que la llevaron a ser la única acusada. Sin embargo, más tarde se determinó que el médico no había tomado la temperatura del cuerpo puesto que no había llevado un termómetro, por lo que la hora de deceso nunca se descubrió.

Así es que, después de diez años, Lucila rompió el silencio desde España con una carta dirigida a Télam. Allí explicó que este es un día particularmente triste para ella, quien hace 15 años espera poder descubrir quién mató a su amiga. 

Habló de las frustraciones que siente aún hoy, después de haber intentado reabrir la causa más veces que la propia familia de Solange. “Con la corrupción no se puede”, escribió para remarcar el sentimiento de impotencia e impunidad que vivió durante toda la investigación y hasta la actualidad. 

Más tarde se refirió al pésimo trabajo de la fiscalía: “no lo digo yo, lo dicen seis jueces”. Desde aquel 10 de enero del 2007, su vida se volvió una pesadilla. La prensa y la sociedad apuntaban a ella como la culpable, la novela del crimen se robaba las horas televisivas y finalmente, la Justicia determinó que su vínculo con la muerte de su amiga se dio por una serie de “conjeturas”, sin pruebas. 

Lucila y Solange vivían en un departamento de Vicente López, ubicado en Güemes 2280. La víctima recibió cuatro puntazos en el cuello, que le provocó una hemorragia y muerte, y fue estrangulada. Su amiga enfrentó cargos por “homicidio calificado por ensañamientos y alevosía”. 

El Tribunal Oral Criminal Nº 2 de San Isidro determinó que no era culpable. Pero la lucha no terminó ahí para ella. Junto a sus familiares y abogado insistió para reabrir la causa puesto que no se había tenido en cuenta a muchas personas y un dato relevante: la puerta del balcón de Solange estaba sin llave y abierta para afuera.

 

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