Dos cuchillos, el botín del asalto a un local de sushi

Ocurrió a plena luz del día Forzaron la puerta y no hubo otros faltantes. El dueño cree que entraron con un único objetivo

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La inseguridad en comercios del centro platense sumó el pasado sábado un nuevo damnificado. Se trata del local dedicado a la preparación de comida japonesa, “Sora Sushi”, ubicado en 10, entre 43 y 44, el cual se convirtió en blanco de un escruche que, según se calcula, fue cometido a plena luz del día. Aún no se tiene certeza sobre cuántas fueron las personas que participaron de este atraco aunque sí está confirmado que no registraron nada y que sólo se llevaron dos elementos esenciales para la actividad que allí se desarrolla.

Francisco, el propietario del local gastronómico, fue quien se encontró con el desalentador escenario cuando llegó a eso de las 18 horas para comenzar con los preparativos de la atención nocturna. Cuando se paró frente a la puerta se percató de que la cerradura se encontraba vulnerada. Inmediatamente se dio cuenta de que había pasado a formar parte de la larga lista de comercios asaltados en la Ciudad.

De forma inmediata llamó a la policía y, mientras esperaba al patrullero, inició un recorrido por el comercio para intentar identificar qué se habían llevado.

En lo primero que pensó fue en sus cuchillos, dos piezas realizadas en un acero especial valuadas en unos 150 dólares cada uno que había mandado a pedir a Japón. Antes de dirigirse a la cocina, pasó por la caja y comprobó que no habían tocado nada. En lo que respecta a las heladeras, tampoco detectó faltantes de insumos .

El local parecía estar intacto. Ni rastros había de que alguien hubiera estado allí con el objetivo de robar. Por un momento pensó que sólo había sido un intento de robo pero lo que tanto temía al final se cumplió. Si bien todo parecía normal, el panorama se volvió sombrío cuando observó que sus elementos de trabajo no se encontraban donde él los había dejado.

Antes de reconocer la dura realidad de que se los habían robado, registró algunos lugares en donde creía que podían estar. Con el correr de los minutos debió aceptar que sus preciados cuchillos se habían convertido en un botín.

“Todo apunta a que venían a buscar los cuchillos. No tocaron nada más. Tenemos otros objetos de valor en el local pero no se llevaron nada. No queremos pensar en algo muy rebuscado. Preferimos creer que agarraron los cuchillos porque eran llamativos y porque eran lo más fácil de transportar”, señaló el damnificado.

El joven expresó que valoraba muchísimo estas herramientas de trabajo no sólo por la prestación que le brindan y por el valor de compra que tienen. Además porque venían acompañándolo desde hacía varios años aportando cierta mística a la comida. Tal es el cariño que le tiene a estas piezas que una de ellas está tatuada en uno de sus brazos. En ese marco, la víctima hizo un llamado a la solidaridad para que, en el caso de que sean vendidos, no los adquieran y, si pueden, lo denuncien.

 

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