Latinoamérica, ¿es prioridad?

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Gisela Salomon y Claudia Torrens

AP

El presidente Joe Biden llegó hace un año al poder con promesas de que cambiaría las políticas amenazadoras y de mano dura hacia Latinoamérica que había impulsado su antecesor, Donald Trump. La propuesta era colaborar y dialogar más con la región. No obstante, apenas asumió se encontró con una pandemia que convirtió a Estados Unidos en la nación con más enfermos y muertos en el mundo por Covid-19, y una economía fuertemente golpeada. Su atención se concentró entonces en urgencias domésticas.

“Latinoamérica nunca iba a ser una prioridad para el gobierno de Biden, simplemente iba a haber una forma diferente de relacionarse con la región. Esa fue la promesa’’, expresó Eric Farnsworth, vicepresidente del Consejo de las Américas. “Después de un año, tenemos expectativas incumplidas para la región, y una oportunidad verdadera para relanzar un enfoque efectivo’’.

Ese enfoque, dice Biden, se concentra en lograr bienestar y fortalecer la democracia en las Américas. Como ejemplos apunta la donación de más de 60 millones de dosis de vacunas contra el Covid-19, casi 17 millones de ellas a Centroamérica. “Esta administración ve a América Latina como un recurso estratégico de prosperidad y diversidad de resiliencia para los Estados Unidos, y el desarrollo democrático de la región es algo que es fundamentalmente de interés nacional de los Estados Unidos”, expresó a la AP Juan González, director del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental.

La defensa de la democracia es un enfoque central de Biden respecto a Latinoamérica.

El gobierno estadounidense celebró la Cumbre de la Democracia en diciembre, a la que varios países latinoamericanos -entre ellos Bolivia, Cuba, El Salvador, Guatemala y Honduras- no fueron invitados.

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