“Teníamos a un entrenador con mayúsculas”

En mayo de 2019 recordó el bicampeonato, sus goles a Nacional de Montevideo y destacó el trabajo de Osvaldo Zubeldía

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El Bocha Flores le dio una infinidad de reportajes a este medio. Desde sus épocas de juvenil, cuando fue campeón de América y del Mundo, cuando nacieron sus primeros hijos, cuando estuvo internado por un problema de salud en 1969 y antes y después de viajar a Francia.

El último reportaje lo concedió en mayo de 2019, cuando se cumplieron 50 años de la obtención de la segunda copa Libertadores de América, que lo tuvo como principal protagonista, ya que anotó el gol en Montevideo y en La Plata.

-¿Qué tuvo de diferente esa copa?

-Que la ganamos acá. Fue una alegría inmensa. Para destacar el enorme rival que tuvimos enfrente. Era un equipazo. Desde su arquero Manga, pasando por Julio Montero y Luis Cubillas. Era el favorito, pero ganamos nosotros.

Estudiantes ganó la primera final en Montevideo el 15 de mayo. Fue 1-0, por el gol del propio Flores de tiro libre. Faltaban 24 minutos y el Bocha sorprendió a todos de tiro libre.

-¿Ganar de visitante les dio más de medio trofeo?

-No, para nada. A ese nivel nunca podés creer que tenés las cosas ganadas. Jugamos la revancha con los dientes apretados como si no hubiese pasado nada. Ellos, de verdad, tenían un equipo bárbaro. Tenían 8 jugadores de selección. Debíamos ganar el partido, o al menos empatarlo.

-¿Les había servido el golpe del Toluca unos meses antes, que en la final de la Interamericana les ganó en La Plata luego de haberles ganado en México?

-Sí, totalmente. Esa experiencia nos sirvió mucho. En México ganamos y nos confiamos. Perdimos 2-1. No era un mal equipo y lo sufrimos en nuestra cancha. Tuvimos que ir a definir en un tercer partido que se jugó en Montevideo. Les metimos tres. Nunca te podés confiar con equipos así.

“El partido era parejo, pero lo veníamos controlando bien. A los 20 tenemos un tiro libre a favor, cerca del área. (Raúl) Madero amaga a patear y me la toca cortita. En la barrera estaba Carlos (Bilardo) y los rivales se distraen. El arquero también. Le pegué un zurdazo que sorprendió a Manga. Gol”, resume con total naturalidad.

-Esa jugada de un futbolista rival en la barrera hoy es totalmente aceptado, pero en esa época no. ¿Casi que lo inventaron ustedes?

-¿Casi? Lo inventamos nosotros (se ríe). En realidad Osvaldo Zubeldía. Los años que vivió lo hizo pensando en el fútbol. Era un gran estudioso. Lo mismo que años más tarde Bilardo. Son personas especiales que ven detalles del fútbol que para la mayoría son imperceptibles.

-¿En mayo del ‘69 ya habían dejado de ser un equipo simpático para la prensa de Buenos Aires?

-Sí. Cuando ganamos la primera copa se acabó. Los medios de Buenos Aires se quejaban que no vendían tanto como con Boca, River o Racing que en esa época tenía un equipazo.

-Pero ustedes duraron más...

-Porque vivíamos en La Plata, lejos del ruido, los vicios y las tentaciones. Estábamos mucho tiempo concentrados y tuvimos, por sobre todas las cosas, un entrenador con mayúsculas, Osvaldo Zubeldía. El nos cuidaba y vivía con nosotros.

¿Se festejó esa consagración?

-Sí, pero al día siguiente nos juntamos a entrenar porque teníamos un duelo ante River muy importante

 

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