“El Encargado” La argentinidad al palo en la comedia negra de Cohn y Duprat

Guillermo Francella protagoniza la esperada producción que los cineastas crearon para Star+, en la que le da vida a un perturbador personaje que todo lo ve y todo lo sabe, y que se convertirá en la pesadilla de los propietarios de un coqueto edificio porteño

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María Virginia Bruno

vbruno@eldia.com

La argentinidad al palo reunida entre los pisos, palieres y amenities de un coqueto edificio porteño, regenteado por un personaje manipulador y adulador que todo lo ve y todo lo escucha, son algunos de los hilos que se mueven en “El encargado”, la esperada serie creada por Mariano Cohn y Gastón Duprat (“La casa de la lado”, “El ciudadano ilustre”, “Competencia oficial”) que, protagonizada por Guillermo Francella, se estrenará el próximo 26 de octubre en Star+.

Dirigida por la dupla de cineastas, Diego Bliffeld y el platense Jerónimo Carranza, la serie realizada por Pegsa ofrece una mirada crítica de las dinámicas y tipologías sociales que se presentan en la trama a través de las historias de los distintos personajes que habitan un particular edificio desde la implacable mirada de Eliseo (Francella), un encargado que, a espaldas del consorcio que lo contrata, hace uso y abuso de su poder de vigilancia e intromisión.

Aunque Eliseo se las ingenia para mantener todo en perfecto orden, el equilibrio se romperá cuando un grupo de propietarios presente en asamblea la idea de hacer una pileta en la terraza. Para construirla, tendrán que derribar el departamentito donde vive el encargado a quien, además, buscarán reemplazar para abaratar costos contratando a una empresa de limpieza tercerizada.

Gabriel “Puma” Goity (Matías Zambrano, la principal amenaza de Eliseo), Darío Barassi, Moro Anghileri (Paola, una niñera que se las trae) y Gastón Cocchiarale (Miguel, el joven y servicial ayudante del encargado) completan el elenco protagónico de esta producción integrada por once capítulos de media hora que fueron escritos por un equipo de guionistas liderado por Emanuel Diez.

En el marco de una jornada de prensa en el Four Seasons, EL DIA pudo charlar con “Puma” Goity, Moro Anghileri y Gastón Cocchiarale sobre las claves de esta esperada serie que completa su elenco con Pochi Ducasse (Doña Beba), Manuel Vicente (Gómez), Jorge D’Elía (Enrique Salustri), Adriana Aizemberg (Consuelo Salustri), Mirta Busnelli (Tatiana Yrigoyen) y Martín Seefeld (Jordi) entre más de 70 actores y actrices.

-Venía caminando y me encontré con un encargado y no pude evitar pensar en Eliseo. ¿Qué opinan? ¿Hay muchos Eliseos detrás de los encargados?

MA: Yo creo que el riesgo grande de esta serie es pensar que los encargados son todos como Eliseo. Me parece que acá hay una licencia poética y de guionistas muy adecuada con respecto a un tipo de profesión que tiene todas esas posibilidades, pero no estigmatizaría a los encargados de esa manera porque este es un encargado muy particular, que está como llevado al extremo en todas sus posibilidades: desde lo cómico y también desde la oscuridad absoluta.

-Malos hay en todos lados, en todos los rubros puede haber alguno.

G.C: Sí, creo que ahí está el giro creativo que tienen Cohn y Duprat, el hecho de tomar una figura como el encargado que, quienes vivimos en edificios sabemos con la información que cuentan y qué lugar ocupan en un edificio. Entonces, jugar eso para un cuento como el que están contando me parece súper creativo, y poético, y muy divertido.

-¿Tienen alguna anécdota con encargados en sus vidas reales?

-M.A: No, por eso lo digo. Yo tengo buenas experiencias.

-GC: ¡Los amamos!

-M.A: Al mío lo adoro pero entiendo que es un personaje que podría tener todas estas posibilidades. Por eso me parece un hallazgo enorme encontrar ese personaje que reúna toda esa privacidad, todos esos conocimientos de esta gran sociedad que vive en ese edificio.

-Es una serie diferente en varios aspectos, ¿cómo la podrían definir?

-G.C: Una comedia negra.

-P.G: Es muy argentina, de género argentino: puede pasar cualquier cosa. La cosa que menos te imaginás, pasa. Donde se destruyen todos los prejuicios.

-M.A: ¡O donde se muestran los prejuicios!

-G.C: Sí, tiene una idiosincrasia muy nuestra. Uno ve la serie y conocés a todos los personajes, a todos los viste o sos uno de ellos (risas). Eso creo que es lo interesante. Me parece que es algo que está muy cercano a nuestra cultura, ese micromundo, esa microsociedad que es ese edificio que encuentra representatividad socialmente en todos los personajes. Eso me parece muy interesante y, como siempre, el sello Cohn-Duprat: un humor al hueso, al borde, crudo, me río y no sé bien de qué. Me parece que ahí esta la comedia negra que envuelve y engloba todo esto.

-Están en momentos diferentes de sus carreras, tienen recorridos distintos, tanto en el teatro, como en el cine y en la tevé. ¿Qué buscan hoy en un proyecto y a qué los ha desafiado este en particular?

-G.C: Yo creo que hay algo que une mucho todo y es la teatralidad: son escenas muy teatrales, mano a mano, para actores, para actrices, con un lenguaje cercano. Con escenas en las que siempre se está jugando algo por debajo porque el personaje de Eliseo plantea un submundo donde todo lo que parece ser no es y hay toda una vuelta de tuerca que está debajo todo el tiempo. Yo disfruté mucho de ver las escenas del “Puma” y de Guille, que se tantean y se van como marcando la cancha sin hacerlo explícitamente. Hay muchas escenas, por no decir todas, donde todo el tiempo está pero no está en el aire la cuestión, y eso es muy incómodo. Y creo que eso se juega desde un lugar muy actoral, muy teatral y creo que Cohn y Duprat lo trabajaron mucho de ahí. Ensayamos mucho previo al rodaje, eso ayudó a encontrar el tono preciso que ellos necesitaban. Me parece que la teatralidad marca un poco esto.

- “Puma”, ¿qué se esconde detrás de tu Matías Zambrano? ¿Dónde esta la trampa?

-El juego del poder, el goce de psicopatear a otro como ejercicio cotidiano de este personaje, que es un psicópata...

-¿Te copó hacerlo?

-Sí, me recontra copó. Por eso es difícil definir. Es un gran proyecto... No creo que exista alguien que pueda decirle que no a un proyecto de estos desde donde sea. En el caso particular, hacía mucho tiempo que no trabajaba con Guillermo, 15 años. Me llamó él, a mí me convocó él, no me llamó la plataforma. “¿Quiere trabajar conmigo?”. Y como dice Gastón, “¿a qué hora es?”. Y después todo lo que viene detrás... Como espectador soy un admirador de Duprat y Cohn, me encanta el estilo que tienen. Me gusta, en lo personal, ese estilo. Creo que es el más difícil de hacer. Es un proyecto en el que se necesitan actrices y actores de verdad: no alcanza con que tenga seguidores. No es un proyecto para impostores: es para gente que se dedica a esto de verdad y profundamente de verdad. No por el hecho de figurar sino por el hecho de lo que filosóficamente significa esta profesión. Y ellos escriben para ese tipo de persona.

-Moro, ¿cómo se dio tu incorporación al proyecto?

-Es difícil encontrar por qué no hacer algo que está bien escrito, dirigido, pensado, que es inteligente, que tiene buen elenco. Y la historia realmente me parece que está bien organizada en el sentido de la información, y lo que pone en juego, y del timing, ¿no? Actuar eso es como un manjar, como que te inviten a un banquete: tenés toda la mesa servida y tenés que sentarte a disfrutar. Siento que cada vez que fui a grabar fue un poco eso: fue uno a uno con Guillermo. Es muy particular trabajar con él porque todos los hemos visto millones de veces y yo no había trabajado con él nunca y la verdad es que resultó sorprendente, aún conociéndolo mucho, teniendo presente su tono de voz, su tipo de actuación, habiéndolo visto haciendo comedia o cosas más crudas, y me seguía sorprendiendo. Me parecía que había algo que funciona o que él entiende que es sumamente eficaz, y profesional. Y son cosas de las que aprendo mucho: que aprendo en el sentido de una gran producción como lo es esta, aprendo en el sentido de lo estricto en las formas de trabajar de los directores, con los horarios, cada detalle, de repetir el plano porque el dobladillo quedó mal... Y vos decís “no puedo creer este nivel de obsesión”. En un sentido, a la toma 150 uno empieza a preocuparse pero también se agradece porque evidentemente es un producto que está cuidado.

-Gastón, tenés una linda historia con Guillermo, que también te convocó para este papel.

-Sí. Hacía siete años que habíamos hecho “El clan” de Pablo Trapero y a partir de ahí sostuvimos un vínculo de tomar un café de vez en cuando. Fue muy emocionante. Veníamos de estar en plena pandemia, algo que los actores y las actrices sufrimos mucho porque fue muy difícil trabajar, hacer teatro, filmar. Y estando ahí encerrado en mi casa, un día me llamó Duprat, algo que me sorprendió mucho porque yo no lo conocía, y me contó que Guillermo le había hablado de mí, le había dicho que le gustaría que yo esté. Y es como que te invitan a jugar a la pelota y a qué hora es. Fue muy agradable ese llamado y, bueno, ni hablar de Gastón y Mariano que, como decía Moro, ¡están re locos! (risas).

-Teniéndolos a ellos detrás, ¿se sintieron más cerca de una producción de cine que de una de televisión?

-G.C: Sí, absolutamente. Hay todo un cuidado y una factura técnica y unos ensayos y una exactitud y precisión que tiene el cine y que está buenísimo que se aplique a la nueva televisión porque también hay algo, en relación a la Argentina y al resto del mundo, que los recursos y las economías varían un montón y para que la Argentina pueda pelear en esa industria se tiene que ocupar de esto también. Más allá de los guiones que están buenísimos y toda la creatividad, hay un mundo que avanza, y una tecnología que avanza, y tenemos que estar a la altura. Creo que a “El encargado” le alcanza y le sobra para eso.

-¿Qué esperan que el público se lleve de esta producción?

-M.A: Lo que más me interesa es que se hagan preguntas. Me parece que es una serie que abre a hacerse preguntas pero lo que va a ocurrir, sin dudas, es que se van a divertir. Y de un tipo de diversión que me parece muy interesante que no es la carcajada sino como un tipo de risa hacia adentro, muy cruda, reflexiva.

-¿Va a haber una segunda temporada?

-P.G: El público va a pedir más temporadas.

-M.A: ¡18! (risas)

-G.C: Nos encantaría.

“Este encargado es muy particular y está llevado al extremo desde lo cómico y la oscuridad absoluta”

Moro Anghileri, actriz

“En mi personaje se esconde el juego del poder, el goce de psicopatear a otro como ejercicio cotidiano”

Puma Goity, actor

“La serie tiene una idiosincrasia muy nuestra. La ves y conocés a todos los personajes: a todos los viste o sos uno de ellos”

Gastón Cochiarale, actor

La idea de construir una pileta en la terraza donde vive el encargado desata la furia de Eliseo...

 

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