Estudiantes subestimó el torneo y paga las consecuencias

El equipo, en las últimas cinco fechas, recibió un promedio de gol de 3 tantos por encuentro. Así no hay proyecto sustentable

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Martín Cabrera

mcabrera@eldia.com

Otra derrota de Estudiantes en el torneo, un torneo que a esta altura es un karma y que, para su suerte, se terminará en cuestión de cinco días. Nada mejor para un equipo con un nivel paupérrimo que se acabe esta pesadilla. A partir de hoy la dirigencia deberá agarrar la escoba y pasarla por el comedor, la cocina y los cuartos. También en la vereda.

El semestre fue un dolor de cabeza, al punto de que en las últimas ocho fechas recibió un promedio de gol de tres por partido: el problema no era sólo el DT, hay un abandono total y una necesidad de ponerle punto final a la tempoada.

En Liniers el Pincha dejó en evidencia que es un plantel a la deriva. Mal físicamente, acabado desde lo anímico, sin ideas ofensivas y con groseros errores defensivos. Una sombra de lo que fue hasta hace un tiempo. Salvo Mariano Andújar no tiene un líder adentro de la cancha y los mismos jugadores que fruncían el ceño cuando Ricardo Zielinski decidía sacarlos de un partido hoy cometen errores de principiantes.

Un equipo frágil de mandíbula, liviano, inocente y con mucha mala suerte. No quedan dudas que la planificación del semestre fue mala, tan mala como la elección de los refuerzos.

El mejor ejemplo de esa debacle futbolística y anímica es la jugada de Manuel Castro en el arranque del segundo tiempo. El uruguayo, uno de los pocos jugadores que se salva de la crítica feroz en este tramo final del torneo, estaba solo (pero solo sin marca ni a dos metros) y falló el cabezazo. De las jugadas más insólitas del año y seguramente de su carrera. Tenía que empujarla de frente, con la pera, con el pecho... No había manera de que no fuese gol. Pero no, lo hizo para afuera.

En esa jugada, además y para que la mano torcida lo sea aun más, el defensor de Vélez golpeó la pelota con su mano izquierda. No hubo quejas pero el VAR le pidió a Hernán Mastrángelo que no reanudara el juego porque la iban a revisar. Pese a ser mano clara, no se sancionó penal. Cuando un equipo está en la mala no va a recibir una ayuda ni una mano de nadie...

Si tuvo algo bueno la participación del Pincha en Liniers fue la presencia de Santiago Núñez. ¿Cometió errores? Sí. ¿Fue la figura? No. Pero no quedan dudas que siempre, pero siempre, será mejor jugar con chicos del Club que darles lugar a foráneos de dudosa procedencia y un presente deprimente. El mayor error de esta dirigencia fue, quizás, mirar para el costado o ser cómplice de semejante barbaridad.

Un fin de año en caída libre

Más allá de lo mostrado ayer el torneo de Estudiantes fue muy pobre, de los peores que ha tenido en los últimos años. Porque al ser uno de los 10 equipos con mayor presupuesto es inaceptable que termine debajo del puesto 22, entre 28 participantes. No hay excusas y no hay manera de decir, sin tremor a equivocarse, que el fútbol profesional no estuvo a la altura de las circunstancias y poco importa si jugó más partidos que nadie, que arrancó en el repechaje de la Libertadores y que no tuvo ni siquiera vacaciones. Hasta un momento fueron atenuantes y excusas que podían ser utilizadas, ahora cuando el torneo está por finalizar y el equipo no solo que pierde sino que juega mal y sin alma, no hay analgésicos. La mejor noticia que tiene hoy el mundo Estudiantes es que en menos de una semana se termina esta pesadilla que arrancó hace dos meses.

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