Las mujeres, más prudentes a la hora de apretar el acelerador

Un informe de la Agencia Nacional de Seguridad Vial establece que ellas demuestran mayor conciencia sobre la velocidad. Pero también, que respetan más las normas sobre el consumo de alcohol y el uso del cinturones de seguridad

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¿Las mujeres manejan mejor que los hombres? Es una discusión doméstica y antigua que puede inclinarse hacia un lado o al otro según quien intente la respuesta, y por otra parte difícil de fundamentar con argumentos sólidos. Sin embargo, algunas estadísticas, como por ejemplo respecto a los límites de velocidad, parecieran establecer diferencias. Son las que indican que las conductoras mujeres de Argentina “demuestran una mayor conciencia del riesgo que conlleva conducir no respetando los límites de velocidad, y este comportamiento se condice con la distribución de los tipos de infracción ocurridos según género, ya que las infracciones por velocidad representan el 28,5% del total de las registradas en varones, contra el 23,7% para el caso de las mujeres”.

Estos datos derivan de los informes elaborados por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), dependiente del Ministerio de Transporte, y están citados en un reciente trabajo realizado por el Observatorio Vial de la ANSV bajo el título “La velocidad como factor de riesgo de la seguridad vial”.

El trabajo hace además referencia a estimaciones realizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que indican que anualmente 1,35 millones de personas en el mundo resultan víctimas mortales por lesiones del tránsito, y entre 20 y 50 millones padecen secuelas físicas y psicológicas a consecuencia de las mismas.

En Argentina, los datos oficiales de 2021, indican que ese año se registró un total de 3.870 víctimas fatales en siniestros viales, muchas de ellas como consecuencia de los excesos de velocidad.

“La velocidad en los traslados y el acortamiento del tiempo de los viajes suelen ser bien valorados socialmente”, dice el trabajo, no obstante lo cual advierte que “no debe ser aceptable que ello se produzca a expensas de la probabilidad de ocurrencia de una mayor cantidad de siniestros viales graves”.

“La conducción de vehículos a velocidades excesivas – señala en tanto Pablo Rojas, responsable del equipo de técnicos de la Dirección Nacional del Observatorio Vial - constituye un factor de riesgo clave en los distintos tipos de siniestros, en tanto que tiene una influencia directa en la gravedad de las lesiones y probabilidad de muerte de las personas involucradas en ellos”.

“El aumento de la velocidad promedio en un 5% - remarcan los especialistas de la ANSV - lleva a un aumento aproximado del 10% en las colisiones de vehículos con lesionados, y a un 20% de incremento en las colisiones fatales, en tanto que una reducción de la velocidad promedio del 5% llevaría a una reducción del 10% de los siniestros con lesionados y del 20% en siniestros fatales”.

LOS NÚMEROS, A FAVOR DE LA PRUDENCIA FEMENINA

El respeto a los límites de velocidad no es, sin embargo, el único dato que habla a favor de las mujeres. Las mismas estadísticas de la ANSV indican que ellas utilizan más el cinturón de seguridad (62,5%) que los varones (53,4%) al conducir, y también como acompañantes (44,5% mujeres vs. 39,1% varones). Además, cuando la conductora de autos es mujer, las y los niños menores de 10 años viajan más protegidos al usar el sistema de retención infantil (31,2%) que cuando conduce un varón (24,6%).

Los números reflejan también que las mujeres utilizan más el cinturón de seguridad, tienen mayor percepción del riesgo respecto a la velocidad, respetan más el semáforo y registran menos casos de alcohol al volante. En este último punto, inclusive, se destaca que el consumo de alcohol previo a conducir un vehículo, por ejemplo en automóviles, el porcentaje de positivos registrados es casi la mitad que el de los varones (5% vs. 9,5% respectivamente), mientras que en motos llega a ser casi tres veces menor (8,5% vs. 21,8% respectivamente).

Como salvedad, si bien se trata de porcentajes, los informes indican que el tránsito vehicular en general es principalmente masculino, ya que 8 de cada 10 conductores que se observan en la vía pública son hombres, que a su vez son quienes acceden en mayor medida a la Licencia Nacional de Conducir (72%) y representan el 99,7% de la conducción de transporte de carga y de pasajeros.

LOS RIESGOS DE LA VELOCIDAD

Se estima que la velocidad está presente en cerca de un tercio de los fallecimientos por siniestros viales en países de ingresos altos y en casi la mitad para países de ingresos bajos y medianos.

“Si se observa el contexto urbano (y no rural) de Argentina, se visualiza al exceso de velocidad como una de las principales conductas transgresoras”, indica el informe de la ANSV.

En relación a esta problemática, una reciente encuesta privada realizada en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), evidenció que el 70 por ciento de los conductores está a favor de aumentar las penas para aquellas personas que incurren en exceso de velocidad en calles, rutas y autopistas de la Argentina.

El trabajo, que incluyó un total de mil consultas entre conductores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y el Gran Buenos Aires, arrojó que el 49,3% dijo estar “muy de acuerdo” con un aumento en las multas por exceso de velocidad y el 17,3% se mostró “algo de acuerdo”.

Luego, 3 de cada 10, dijeron estar algo en desacuerdo (16,4%) o muy en desacuerdo (12,1%), en tanto que el resto no eligió ninguna opción, según la encuesta realizada por especialistas del Observatorio de Cecaitra, la Cámara que nuclea a las empresas productoras de software vial.

“Sobrepasar la velocidad máxima permitida es la falta que se comete con mayor frecuencia en las rutas, semiautopistas y autopistas de la Argentina, y si bien el sistema de radarización ha logrado que los índices de siniestralidad disminuyan, la velocidad sigue siendo la primera causa de muerte en jóvenes menores de 35 años”, advirtió el Observatorio.

8 de cada 10 conductores que se observan en la vía pública son hombres

 

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja reducir la velocidad máxima en las zonas urbanas “a nuevos valores menores a los históricos, por razones de estricta seguridad de los peatones y ciclistas”.

Esta medida ya entró en vigor en varios países de Europa y las nuevas velocidades son ahora de 20 km/h en calles de un solo sentido sin veredas, de 30 km/h en calles de un solo carril con veredas, y de 50 km/h en calles con más de un carril por cada sentido de circulación.

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