“La Nonna”: 31 años de vida y 18 de renacimiento
Edición Impresa | 17 de Noviembre de 2022 | 02:18

El teatro “La Nonna” festejó 31 años de actuación en la Ciudad, un recorrido que lo tuvo todo: aplausos, butacas vacías cada vez que la economía nacional apretó los bolsillos, formación actoral de varias generaciones, la destrucción de sus salas cuando el incendio de finales de 2004 lo devoró, y el renacimiento de su emblemático edificio de la esquina de 3 y 47, que pudo reconstruirse gracias a la tenacidad de la familia Ringer-Mancuso -su propietaria- y la generosidad de amigos, público y vecinos en general que picaron paredes, rescataron mobiliario que parecía perdido y aportaron dinero para ponerlo de nuevo en pie.
En esta oportunidad, el director teatral y maestro de actores y actrices Leo Ringer no quiso postergar más el reconocimiento a la labor del Cuerpo de Bomberos de La Plata que intervino aquella mañana del 20 de diciembre, cuando una chispa prendió en una de las salas y no tardó en hacer arder el teatro entero.
Después del acostumbrado “Feliz cumpleaños” y la presentación de la torta (como siempre elaborada por Rosa Mancuso, la madre de Leo) en el escenario de la sala principal, se realizó, en otro sector del espacio teatral, el descubrimiento de un cuadro que muestra, a modo de collage, fotografías de distintas escenas de los tensos momentos del incendio y a los bomberos en pleno combate contra las llamas.
Participó del acto, en representación del Cuerpo, el oficial inspector Diego Firpo, quien agradeció el gesto y se comprometió a averiguar entre los archivos de la fuerza los nombres de cada uno de los efectivos que participó en el rescate de la sala hace dieciocho años.
“Eso es lo que nos falta -dijo Leo-; terminar de homenajearlos con una placa que vamos a colocar en el teatro”.
Leo y su hija Lara, al tiempo que celebraban este nuevo aniversario de La Nonna (un evento que sólo interrumpió la pandemia) fueron relatando los momentos que vivieron durante los cuatro años de reconstrucción del teatro. “Empezamos en 2005 con una función en la calle de `No seré feliz, pero tengo marido´, con Linda Pérez como intérprete y Carlos Rottemberg haciendo la iluminación. Con esa recaudación y el dinero que la gente dejaba en unos viejos ceniceros de pie, pudimos reinaugurar la sala 3”, recordó el fundador del complejo teatral.
La joven, que era una nena en aquellos tiempos de recuperación del teatro, trajo de su memoria momentos que le quedaron como huellas de su temprana infancia. “Me acuerdo del olor a quemado, el olor a pintura, con todo en construcción, cómo entraba y salía a gente para ayudar en lo que podía”, comentó.
Unos tres años duró la reparación total del espacio. Después de reinaugurar la sala 3 en 2005, se reabrió la 1 en 2007 y la 2 en 2008.
La “nonna” de Leo
María Teresa Laserra, la abuela materna de Leo, la “nonna” a la que refiere el nombre del centro cultural, vivió en esa construcción casi centenaria. Y fue ella quien alentó a seguir alguna expresión artística a sus cuatro hijos.
Rosa, hija de María Teresa y madre de Leo, ha compartido la pasión de su hijo por los escenarios y lo ha acompañado en cada paso del proyecto inaugurado el 16 de noviembre de 1991.
En la actualidad, esa esquina bordeada por baldosas fundacionales, además de mantenerse como receptora de diferentes espectáculos de trascendencia nacional es una escuela de teatro en la que se forman unos 500 chicos y chicas.
También es un museo en el que se exhiben trajes de Mirtha Legrand, Susana Giménez, Paola Krum y Nora Cárpena, entre otros, e instrumentos musicales.
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